India Martínez, actriz en la última obra de Saura: «Espero que esté orgulloso»

Saura quiso que fuera una mujer la que interpretara a Lorca pues aseguraba que el mensaje del poeta era «universal y atemporal».

14 feb 2023 / 12:06 h - Actualizado: 14 feb 2023 / 12:09 h.
"Flamenco","Teatro","Cine","Arte","Viajes","Granada","Entrevista","Poesía","Seguridad","Musical"
  • Imagen de archivo del cineasta Carlos Saura y la cantante India Martínez durante la presentación de su nuevo espectáculo teatral «Lorca de Saura». EFE/ Chema Moya
    Imagen de archivo del cineasta Carlos Saura y la cantante India Martínez durante la presentación de su nuevo espectáculo teatral «Lorca de Saura». EFE/ Chema Moya

La cantante India Martínez es la protagonista de la obra «Lorca por Saura», el último espectáculo teatral dirigido por Carlos Saura, con el que estuvo ensayando hasta el último momento, un trabajo del que espera que «se sienta orgulloso».

Goya a Mejor Canción Original en 2015 por «Niño sin miedo», de la película «El niño», India Martínez (Córdoba, 1985) vivió el sábado la gala de los premios del cine, en la que Carlos Saura iba a recibir el Goya de Honor, con un aura triste.

«Tenía una gran ilusión por participar del homenaje que se le daba pero se me quitaron las ganas de asistir», cuenta, en el momento en el que se enteró el viernes del fallecimiento del director, aunque finalmente acudió a la gala a arropar a su mujer, Eulalia Ramón, y a sus hijos Antonio y Anna.

«Estar a sus órdenes ha sido toda una experiencia. Solo espero que se sienta orgulloso de mi trabajo», ha dicho la cantante en una entrevista con EFE, antes del estreno este miércoles, 15 de febrero, en el madrileño Teatro Infanta Isabel, de la obra «Lorca por Saura», escrita por Natalio Grueso, y en la que comparte cartel con Alberto Amarilla y Saturna Barrio, acompañados al piano por Antonio Bejarano.

Saura quiso que fuera una mujer la que interpretara a Lorca pues aseguraba que el mensaje del poeta era «universal y atemporal».

La obra recrea la vida Lorca, desde su nacimiento en Fuente Vaqueros (Granada) a su paso por la residencia de estudiantes, sus viajes a Nueva York, Cuba y Argentina, la creación de la Barraca, hasta el desenlace final de su fusilamiento en la Guerra Civil.

Aunque la cantante recuerda que le entró el vértigo de no dar la talla como intérprete, Saura se la disipó, «quería una cantante que interpretara, no una actriz que cantase».

«Me dio mucha seguridad. Me convenció en el primer encuentro con las canciones que me propuso, con su visión y su trabajo. Me dio confianza y pensé: si cuenta conmigo es por algo».

Coplas, flamenco, canciones de la época, Aute, poemas cantados como «Verde que te quiero verde», «La hija de Juan Simón» -a propuesta de la cantante- y algún tango, de su paso por Argentina, forman parte de la partitura musical de la obra.

«Me quedo con esos ratos de charla, de dirección. Cualquier actor o bailaor hubiera deseado estar a sus órdenes, pero sobre todo, con el hecho de haberle conocido más personalmente», subraya la intérprete de «La Gitana».

A él le gustaba que «le cantara, que le trasladara a esas canciones de los años 20», canciones con las que ella confiesa que se ha criado, escuchando con su abuelo.

A Saura «se le empañaban los ojos al oírlas y aprovechaba para contarme anécdotas» de aquella época.

La cantante apunta que ella le miraba con «los ojos de una niña chica, de una chavala que quiere ser artista», absorbiendo cada una de sus palabras e indicaciones.

«Sacaba todo de mi y yo quería que se sintiera feliz. Cada palabra, cada frase, cada canción la hago pensando en él», comenta. Una relación en la que, según cuenta, ha habido una conexión especial «cuanto más me acerco a mi, más me acerco a él», dice esta mujer que escribe poesía y pinta.

Cada uno con su visión, pero con la misma forma de «sentir y ver el arte, en la misma frecuencia».

India Martínez espera el estreno con cierto nerviosismo, pero ante todo confía en «disfrutar de la obra», en su apuesta por una nueva vertiente profesional, «un reto».

De Saura se queda con que, pese a sus 91 años, «seguía aprendiendo», siempre alerta a cómo mejorar y cómo enriquecer el proyecto.

«Me ha dejado ser yo, me ha dado la confianza, me ha dejado disfrutar»