Isbilya inaugura sede con una muestra de escultura religiosa

De la calle Jesús de las Tres Caídas a Virgen de la Antigua. O lo que es igual, de la Alfalfa a Los Remedios, pero sin salirse de la nomenclatura devocional. Y no es porque en Sevilla eso sea difícil, que no lo es, sino porque ya es puntería que resulte así en el caso de la casa de subastas Isbilya, uno de los referentes locales del arte sacro, que precisamente ahora con ocasión de su mudanza inaugura una exposición titulada La imagen religiosa y el triunfo de la madera. Desde el día 16 se podrá ya visitar, hasta el 2 de abril. Una selección de piezas de las primeras gubias barrocas –Juan Martínez Montañés, Pedro de Mena, Luisa Roldán La Roldana, entre otras– que tendrá como añadido un avance de lo que será, a finales de abril, la próxima subasta de pinturas de la firma, con nombres entre los que se incluyen los de Gonzalo Bilbao, Rico Cejudo, Manuel Barrón y otros de semejante porte.

Desde la dirección de la empresa insisten en que con esta inauguración, que añade solemnidad a los quehaceres propios de una casa de subastas, se demuestra su «apuesta por Sevilla como foco de arte y cultura dentro del panorama nacional». La idea es que se pase por allí toda Sevilla a ver esta muestra dedicada a la escultura religiosa del Siglo de Oro, entre cuyas obras más singulares se encuentra un Niño Jesús de Martínez Montañés (1568-1649) fundido en plomo y policromado, con la peana en talla de madera y una altura total de 79 centímetros. Se trata, como recuerdan desde Isbilya, de un modelo frecuente en la producción de este motivo y este escultor; similar, por ejemplo, al que se puede ver en el Convento de San Plácido de Madrid, del mismo autor, y al atribuido a Alonso Cano que se exhibe en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Este tipo de figuras hechas de plomo y luego policromadas fueron especialmente habituales en la Escuela Andaluza.

Se enseña asimismo en esta exposición una llamada Pareja de ángeles turiferarios de Luisa Roldán Villavicencio, La Roldana (1652-1706). estas imágenes se encontraban originalmente a los lados de un retablo y de sus brazos colgaban lámparas e incensarios, muy cercanos –como señalan desde la casa de subastas– a los que flanquean el retablo mayor de la Iglesia del Hospital de la Caridad de Sevilla, de Pedro Roldán.

Otro Pedro, Pedro de Mena (1628-1688), granadibo, firma la deliciosa obra titulada Niño Jesús dormido, en madera tallada y policromada, de 56x16 centímetros, que muestra al pequeño Mesías sobre un almohadón. La descripción de esta escultura recuerda que este motivo fue muy popular a lo largo del siglo XVII, como puede verse por cierto en la Museo del Monasterio de Santa Ana, ubicado en Málaga, tan vinculada a este autor. Es posible que esta figura perteneciera a un conjunto que incluyese también la imagen de la Virgen María rezando delante de él.

Destaca también, entre las piezas de la exposición, una Santa Faz firmada por el máximo representante de la Escuela Castellana, Gregorio Fernández (1576-1636); un relieve en madera tallada, policromada y estofada que guarda parecido con los lienzos de Zurbarán y el Greco y que responde a la ola de fervor contrarreformista de la primera mitad del XVII.

Avance

Además de estas esculturas, que en plena Cuaresma sevillana insisten en evocar el sentimiento religioso a través del arte barroco, Isbilya muestra una avance de la colección de pinturas que se sacarán a subasta los días 25 y 26 de abril. Son obras principalmente costumbristas de artistas muy reconocidos, entre los cuales destacan los nombres de Rico Cejudo, Manuel Barrón y Carrillo, Cabral Bejarano, Rodríguez de Guzmán, Ángel Lizcano, Gonzalo Bilbao y José Villegas Cordero.