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Kukai Dantza y Sharon Fridman, del rito a lo trascendental

El Festival de Itálica trae a Sevilla por primera vez a la prestigiosa compañía vasca Kukai Dantza, con una creación del coreógrafo israelí Sharon Fridman,

30 jun 2021 / 20:42 h - Actualizado: 30 jun 2021 / 20:47 h.
"Críticas"
  • Prensa Teatro Romano de Itálica
    Prensa Teatro Romano de Itálica

Una suerte de danza ritual, fruto de una singular alianza entre los bailes populares vascos e israelitas y la danza contemporánea. Es lo que nos propone el coreógrafo Sharon Fridman junto a la prestigiosa compañía vasca Kukai Dantza, que actúa por primera vez en Sevilla de la mano del Festival de Danza de Itálica.

La idea original parte del director de la compañía, Jon Maya Sein y, como su nombre indica (Erritu significa rito en eusquera), gira en torno a los ritos de paso, individuales, colectivos que de alguna manera ordenan el paso de la vida y nos conectan con nuestras raíces culturales. Tal vez por ello Sharon Fridman ha optado por una coreografía de corte secuencial que se regodea en la reiteración de los movimientos, buscando, al igual que algunos ritos de pueblos ancestrales, hallar la catarsis en la extenuación.

De esa manera, los cinco intérpretes reciben al público repitiendo un número coral que remite al folclore vasco, que a su vez remite a algunos pasos y figuras del ballet clásico. Una vez apagadas las luces se queda solo un bailarín en el escenario, repitiendo una y otra vez la misma secuencia de baile, con el sonido de fondo de su respiración jadeante. Se diría que al coreógrafo israelí le interesa destacar el esfuerzo corporal más que la danza, que al igual que en los antiguos ritos, sirve al propósito de hallar la catarsis en el agotamiento corporal. Claro que para eso hay que ser partícipe activo del rito y, en ese caso, el público no deja de ser un mero espectador al que tanta reiteración le acaba saturando. Por fortuna, cuando el tedio comienza a atraparle aparece en escena un segundo bailarín y el canto de David Azurza, junto a la creación musical de Luis Miguel Cobo y David Azurza, recrea un espacio sonoro envolvente, hipnotizador y hasta desgarrador por momentos.

A partir de ahí la danza, aun manteniendo su fuerte impronta popular, se envuelve en un manto de poesía y espiritualidad, elaborando un discurso dancístico estilizado que nos brinda toda una gama de imágenes sugerentes y hermosas, sobre todo en los pases a dos y los números corales del final. En ese sentido cabe destacar la excelente iluminación de David Bernués, el elegante y vistoso vestuario de Ikerne Giménez y, sobre todo, la limpieza técnica y el dominio corporal de los intérpretes. Lástima que la dramaturgia resulte un tanto confusa y que la danza contemporánea no acabe de tener la presencia que cabría esperar, tratándose de una coreografía de Sharon Fridman.

Obra: Erritu

Lugar: Teatro Romano/Itálica Festival Internacional de Danza, 29 de junio

Compañía: Kukai Dantza

Idea original: Jon Maya Sein

Coreografía: Sharon Fridman

Asistencia de dramaturgia e interpretación: Antonio Ramirez-Stabivo
Canto: David Azurza

Creación musical: Luis Miguel Cobo y David Azurza

Diseño de espacio sonoro: Ángel Agüero

Diseño de iluminación: David Bernués

Diseño de vestuario: Ikerne Giménez

Intérpretes: Urko Mitxelena, Nerea Vesga, Eneko Gil, Izar Aizpuru, Alain Maya, Ibon Huarte

Calificación: 3 estrellas