La buena lectura no se agota nunca

‘Boom’. Las librerías de segunda mano crecen, mientras las convencionales lo pasan mal

13 ene 2017 / 08:43 h - Actualizado: 13 ene 2017 / 15:49 h.
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  • Daniel Cruz atiende a un cliente en su librería Boteros. / Manuel Gómez
    Daniel Cruz atiende a un cliente en su librería Boteros. / Manuel Gómez
  • Rola Libros, una librería que empezó como tienda ‘on line’. / Manuel Gómez
    Rola Libros, una librería que empezó como tienda ‘on line’. / Manuel Gómez

Daniel Cruz no es el primer librero de segunda mano de Sevilla, ni el último. Sin embargo, cuando en marzo de 2015 abrió su librería Boteros, en la calle del mismo nombre del barrio de la Alfalfa, algo empezó a moverse en Sevilla. Mientras las librerías convencionales cerraban o aguantaban como podían el temporal de la crisis, los establecimientos de viejo parecían repuntar. Desde entonces, han seguido sus pasos dos librerías más, que vienen a sumarse a la amplia oferta que ya existía en la capital hispalense, hasta el punto de permitir hablar de boom.

«El espacio tiene mucho que ver con esto», afirma Cruz. «Han ido muriendo abuelos compradores, que vivían en la cultura del libro, y sus herederos no quieren conservarlos, o no tienen pisos con capacidad para ello. Eso ha favorecido una oferta de segunda mano muy amplia».

¿Y la demanda? «El libro nuevo es exageradamente caro para el poder adquisitivo medio de la gente. Por eso existe una gran demanda, sobre todo de jóvenes que quieren acceder a la lectura, pero a precios asequibles. Aquí los encuentran», agrega.

El proyecto de Cruz cuenta con otros alicientes: el local donde se ubica la librería tiene un encanto evidente, es acogedor y los viejos sillones que lo decoran invitan a tomar asiento y pasar muchas horas hojeando libros. «Creo que he tenido suerte con el sitio, es agradable, los clientes lo valoran. Si ya compran libros...», bromea Cruz, quien no descarta acoger actividades culturales con el tiempo.

«Tenemos algunas tertulias de manera espontánea, y hemos empezado a organizar actividades de gestión cultural. Este año, con el Club del Libro Puerta Carmona, hemos participado en el Centenario de Cervantes, y también organizamos exposiciones y presentaciones cuando cabe la posibilidad», prosigue.

Este año pasado, además, se estrenó en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de la Plaza Nueva. «Es importante acudir a las ferias, sobre todo porque encuentras allí un público que normalmente no viene a las librerías. El stock que tienes aquí, en la librería, puede encontrar una salida en la calle. Además, te da visibilidad, permite que la gente conozca tu librería, y conocer a nuevos clientes. Siempre son oportunidades», subraya.

Lo que no ha querido todavía es entrar en internet. «No tengo catálogo, pero sé que para facturar ganancias hay que estar ahí. Se triplica la posible clientela», asevera.

Justo el caso contrario que Rola Libros, un proyecto que empezó como librería online hace también un par de años, y que el pasado mes de mayo se atrevió a dar el salto y abrir al público su propio establecimiento en el número 5 de la calle Jáuregui. «No sabemos si esto será realmente un boom», explica Amparo Tardío, la dueña de Rola, quien celebra que las Navidades han ido razonablemente bien, y las perspectivas del nuevo año son esperanzadoras.

«Lo que sí detectamos desde hace tiempo es una notable ausencia de libros de fondo en las librerías. Nosotros queríamos ponerlos a disposición del público», añade.

Para Tardío, se han dado varias circunstancias en Sevilla que han propiciado el surgimiento de varias librerías de segunda mano. «La cadena Beta quebró, las librerías pequeñas tienen cada día menos mercado, solo las grandes cadenas –Casa del Libro, FNAC, Corte Inglés– pueden soportar la afluencia de novedades... Pero nosotros queremos ofrecer más bien libros para lectores, esos que buscan libros raros, agotados».

«En general, son lectores», comenta Amparo Tardío cuando se le pregunta por el perfil medio de su clientela. «También es posible que aparezca algún despistado, preguntando por un libro que le gustaba, que una vez prestó y perdió... Pero en general, la gente lo que busca es material que no está en e-book, clásicos o libros especiales en algún sentido».

En Rola tienen de todo: narrativa, poesía, Historia, ciencia, política, filosofía, clásicos, viajes, gastronomía... «Las librerías físicas siguen teniendo un sentido. El porcentaje de venta on line está en nuestro caso en torno a un 25 %, pero la venta por impulso, la de tropezarse con algo que le gusta y no esperaba, en internet, no existe», dice la librera.

Por el momento, Amparo prefiere no arriesgarse con las ferias, que suponen un desembolso económico de resultado siempre incierto: «A priori, no está en nuestra mente, pero sí vamos al Zoco de Libros que se celebra en la Alameda», comenta. «De todos, no nos gusta demasiado mover los libros», apostilla.

El panorama sevillano de librerías de segunda mano se ha enriquecido en los últimos tiempos con una nueva aportación, la de Re-Read, que desde el número 3 de la calle Tarifa se presenta como Librería Low Cost. «En realidad, es una franquicia, pero la gestionamos de forma independiente», explica Raúl, su responsable. «La idea y el merchandising son de ellos, pero todo lo demás es cosa nuestra».

El concepto de Re-Read es sencillo: ofrecer libros de segunda mano, «siempre en la franja de los años 90 hacia acá», a precios uniformes y muy asequibles: un libro, 3 euros; dos, 5; 5 libros, 10 euros... «Suelen ser libros que la gente no quiere, de esos que te dicen: ‘He tirado a la basura un montón, porque no eran ni nuevos ni antiguos’. Esos son los que buscamos. Son esos ejemplares que llevan un montón de tiempo en tu estantería. ¿Te planteas releerlo? ¿Se lo va a leer alguien de tu entorno? Entonces esos libros se merecen una segunda vida. Los compramos económicos, pero porque los vendemos económicos también, y los recogemos sin coste», dice Raúl.

Su cliente promedio es joven y profesional, y busca un poco de todo. «Hay incluso quien viene pensando en recortar los libros para hacer collages», afirma el librero.

Por el momento, Re-Read no piensa en ferias o eventos, aunque «no descartamos iniciar medidas de apoyo a la cultura», apunta. «Ahora nuestro objetivo es tener buenos libros, y el único secreto es el equilibrio con el precio».

Por otra parte, a esta nueva ola de librerías le está saliendo una dura competencia. «El libro de segunda mano está inundando las calles», asevera Daniel Cruz. «Competimos con los mercadillos, los kioscos de prensa... todo a unos precios irresistibles, un euro, dos euros... Me preocupo, pero me enfrento a ello tratando de buscar un perfil definido».

Sobre el futuro del oficio, Cruz asegura ser «optimista. Para mí esto es un proyecto personal, de vida. Soy poco empresarial, pero tengo confianza en el universo [risas]. No me quiero agobiar, prefiero ir poco a poco y disfrutar de lo que hago. Ser coherente con mi estilo y disfrutar de lo que hago».