La consagración del artista

Manuel Lombo se consagró ayer como un artista con sello propio en el Teatro de la Maestranza con ‘Lombo y aparte’

21 may 2022 / 16:51 h - Actualizado: 21 may 2022 / 16:53 h.
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Manuel Lombo se consagró ayer como un artista con sello propio en el Teatro de la Maestranza en la presentación de ‘Lombo y aparte’, un disco con el que homenajea a algunos artistas y temas que le han influido a lo largo de su carrera profesional.

En principio su actuación estaba prevista para hoy día 21. Pero se vendieron todas las entradas tan rápido que el teatro tuvo a bien ampliar la oferta con un día más, aunque por problemas de agenda no podía ser un día después. Así que Manuel Lombo estrenó su disco un día antes de lo previsto, con un patio de butacas lleno y entregado desde el momento en el que el artista apareció en el escenario, cantando el primer tema del disco, ‘Cuando salgo al escenario’.

Lombo comenzó a cantar este tema entre bambalinas creando expectación y, de paso, elevando a primer plano la imagen de la orquesta, compuesta por el piano del Fernando Romero, la guitarra flamenca de Pedro Sierra, responsable de la producción musical, el chelo de José Carlos Roca, el contrabajo de Alejandro Marcos Benítez, las percusiones de Israel Carrasco y Francisco Hurtado, los violines de Laura Rubiales y María Losada Arévalo, la viola de María Inmaculada Manchón, la trompeta de Fran Rivero, el trombón de Pepe Hernández y los coros y palmas de Laura Marchena y Cristina Tovar. Un lujo de agrupación musical que hizo las delicias del público acompañando al cantante de Dos Hermanas, que se ha propuesto con este disco destacar su capacidad para hacer suyas canciones de diferentes estilos y géneros, que van del bolero a la copla, pasando por el flamenco. Y es que, a estas alturas de su carrera, Manuel Lombo cree que ha llegado el momento de reivindicar su singularidad, de ahí el título del disco y del espectáculo.

Con la elegancia que le caracteriza, Manuel comenzó el espectáculo vestido con traje de chaqueta gris y unas modernas botas color granate que ejercían un delicado contrapunto. Y con el poderío vocal del que hace gala hizo vibrar el patio de butacas desde que pisó el escenario.

Tras ‘Cuando salgo al escenario’, primer tema del disco, Manuel nos cantó ‘Pruebo’ un bolero del Maestro Julio Gutiérrez que popularizó Olga Guillot, al que Manuel imprime desplante y delicadeza a partes iguales, gracias a esa garganta suya que le permite jugar con los tonos y los melismas a su antojo. Pero no es solo su excepcional voz lo que define. También destaca por su dominio del ritmo. Gracias a ello puede coquetear con el flamenco, cantando a compás de bulerías algunos temas que ha rescatado del universo de la copla, como ‘Toda la noche oliendo en ti’, el siguiente tema que interpretó junto al espléndido acompañamiento de Pedro Sierra.

Hasta ahí Lombo siguió el orden del disco, pero no tardó en alterarlo en favor del ritmo del espectáculo, que se mantuvo fluido y en ascenso hasta el final. Así, el cuarto tema estuvo protagonizado por uno de los duetos del disco, ‘Tengo un amor’, para el que llamó al escenario a Gala Évora. Al término de su actuación más de un espectador se puso en pie para aplaudir a la cantante sanluqueña. Aunque el dueto que provocó la mayor ovación fue el protagonizado por las hermanas Rocío y Lola Avilés, con las que Manuel cantó ‘Rompimos’, un tema con el que estas niñas artistas demostraron el potencial emotivo de la música. Una emoción que alcanzó su cenit en la siguiente canción, ‘Hoy tengo ganas de ti’, que tuvimos el privilegio de escuchar en directo, ya que no está en el disco. Manuel lo cantó al alimón con Lola y Rocío, quien además de cantar se hizo cargo del acompañamiento musical al piano. Una delicia que el público aplaudió a rabiar incluso antes de que terminara.

No era fácil seguir llevando el espectáculo arriba a partir de ahí, pero por fortuna la propuesta cuenta un cuidado diseño y Manuel todavía tenía unas cuantas cartas guardadas. Como ‘Quiero amanecer con alguien’ que él ha versionado como una rumba cadenciosa y sensual; el vertiginoso y virtuoso solo de guitarra de Pedro Sierra a compás de solea por bulerías; la canción que en el disco ha grabado con Pepe Roca, ‘Aires de la Alameda’, con el que Lombo abordó la segunda parte del espectáculo con un nuevo traje azul marino tan elegante como el anterior, aunque con el punto desenfadado de la corbata de lunares. En esta segunda parte Lombo se acercó un poco más al flamenco para brindarnos su particular homenaje a Bambino, un artista que él mismo reconoció que le había ayudado a encontrar su identidad. Del cantaor de Utrera eligió tres de sus temas más populares: ‘Soy lo prohibido’,‘No me des guerra’ y ‘Mi amigo’. Los dos primeros los cantó con la intervención de toda la orquesta con derroche de ritmo y disfrute, a tenor por la amplia sonrisa y los pasos de baile con el que acompañó su interpretación. El tercero, en cambio, lo comenzó solo con el acompañamiento del brillante toque de piano de Fernando Romero.

Este instrumento fue también el protagonista de otro dueto, para el que Manuel llamó a escena al pianista utrerano, Andrés Barrios, con quien cantó ‘Amnesia’, un tema que él mismo calificó como “fascinante”. Y todavía nos quedaba por disfrutar la rotundidad emotiva de ‘Yo lo comprendo’ y ‘Amor de Rosas y miel’, con el que el cantante de Dos Hermanas homenajeó a unos de sus referentes, Parrita.

Habíamos llegado al final, pero el público, ya en pie, aplaudía con ganas, y Manuel salió de nuevo al escenario para brindarle la última sorpresa: un último dueto junto al joven guitarrista David del Arahal con quien interpretó una de sus coplas favoritas, ‘Silencio para un torero’ que dejó al respetable plenamente satisfecho.