La función social del teatro

Crítica de la obra representada el pasado sábado en el Teatro Central (***)

22 oct 2018 / 09:54 h - Actualizado: 22 oct 2018 / 12:09 h.
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  • Los actores de la obra. / Teatro Central
    Los actores de la obra. / Teatro Central

A estas alturas del siglo XXI, la recuperación de la memoria histórica sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país. De ahí la conveniencia de esta propuesta de Teatro del Barrio en colaboración con el Teatro Español, el Teatre Lliure y el nuestro sevillano Teatro Central, que cumple plenamente con la función social del teatro.

La historia gira en torno al juicio al que fue sometido el juez Baltasar Garzón en 2012 por su investigación sobre los crímenes franquistas a raíz de una denuncia presentada por familiares de desparecidos durante la guerra y la posguerra española. El sindicato Manos Limpias denunció al juez por prevaricación bajo la el argumento de que seis años antes no había admitido a trámite su denuncia contra Santiago Carrillo.

Pero en realidad el juicio no es más que el que pretexto del que se sirve el autor, Raúl Quirós, para elevar a primer plano la reivindicación de la memoria histórica, así como la denuncia de la falta de interés, por parte de las instituciones, de acometer dicha tarea. Para ello se centra en los testimonios que dieron durante el juicio los familiares de las víctimas desaparecidas, quienes dejaron bien patentes el sufrimiento de sus padres y abuelos. Se trata, por tanto de una historia real que podría decirse que supera con creces la ficción. Tal vez por eso esta producción se ha decantado por la fórmula de la lectura dramatizada. Aunque tanto por el tratamiento de los elementos formales (iluminación y espacio sonoro) como por el trabajo actoral, esta propuesta rebasa los límites de dicha fórmula.

La presentación del principio, a cargo de Andrés Lima resulta un tanto densa y detiene un tanto el ritmo, al igual que las primeras escenas, que se centran en los alegatos del abogado de la acusación y el de la defensa, aunque se salva del tedio gracias a la magnífica interpretación de Ernesto Alterio y Antonio de la Torre. De la misma manera, María Galiana, Gloria Muñoz, Natalia Díaz, Laura Galán, José Sacristán, Emilio Gutiérrez Caba y Ramón Barea, con el talento y la maestría que les caracteriza, cargan de humanidad a los personajes de las víctimas hasta llegar a conmocionarnos.

La ficha

Obra: El pan y la sal

Lugar: Teatro Central, 20 de octubre

Producción: Teatro del Barrio en colaboración con Teatro Español, Teatre Lliure y Teatro Central

Autor: Raúl Quirós

Dirección: Andrés Lima

Interpretación: María Galiana, Gloria Muñoz, Natalia Díaz, Laura Galán, José Sacristán, Emilio Gutiérrez Caba, Mario Gas, Antonio de La Torre, Andrés Lima, Ramón Barea y Ernesto Alterio.

Calificación: Tres estrellas