Gracias al ciclo ‘Ahora Danza’, que cada año promueve el Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla, CICUS, en colaboración con Eléctrica Cultura y la Red Acieloabierto (Red de festivales de danza contemporánea en espacios no convencionales), los sevillanos pudimos dejarnos llevar por la magia de la danza hacia ese terreno de placer abstracto, aunque compartido por todos, donde la emoción se eleva a primer plano.
Ocurrió el pasado jueves 18. El ciclo programó para ese día dos propuestas de danza de dos compañías de distintas procedencias: ‘De nuevo’ de la malagueña Ximena Carnevale y el cubano Niche Ramirez y ‘Otempodiz’ de la Compañía Ertza de San Sebastián-Mozambique.
Se trata de dos piezas cortas muy diferentes, aunque ambas rinden los honores al poder mágico y catártico de la danza. ‘De nuevo’ surge de la necesidad de Ximena Carnevale y Niche Ramirez de volver al origen, cuando la danza era una actividad chamánica, un ejercicio de liberación emocional colectivo y purificador. De ahí que en esta pieza se propongan bailar hasta la extenuación con una coreografía marcada por la repetición, los saltos y los movimientos desenfrenados que pueden llegar al extremo de la convulsión, con el claro objetivo de acabar completamente agotados, lo que desde luego consiguen, a juzgar por su agitada respiración al final de la obra.
La segunda pieza que completó la oferta del pasado jueves lleva por nombre ‘Otempodiz’. Está conformada también por un dúo, pero a diferencia de la anterior se trata de una pareja masculina y gira en torno a una indagación sobre el tiempo y la diferente forma de vivirlo que tiene la cultura occidental y la oriental. No en vano es fruto de un interesante encuentro entre un coreógrafo del País Vasco, Asier Zabaleta y dos bailarines de Monzambique, Fenias Nhumaio y Deissane Machava (Maputo).
‘Otempodiz’ es una cautivadora propuesta que aúna la danza contemporánea con los bailes urbanos y las danzas africanas. Una pieza espectacular que por momentos roza la acrobacia con una brutal exhibición de poderío físico, técnico y expresivo de Fenias Nhumaio y Deissane Machava, dos excelentes bailarines que desde el principio conectaron con el público y mantuvieron el ritmo el alto, incluso en la escena en la que la coreografía les lleva por pasajes más líricos y pausados.
Fenias y Deissane nos hicieron vibrar, nos metieron el ritmo en el cuerpo y nos cautivaron hasta llevarnos casi al paroxismo cuando, tras la sentida ovación final, nos brindaron un bis que extendió el ritmo hasta el patio de butacas, con un baile que remite a los ritos ancestrales africanos.
