En estos tiempos en los que la incertidumbre se ha apoderado de nuestro presente, hay algo de lo que podemos estar seguros, esto es, que sin el arte, la música, los libros y el teatro no podríamos sobrellevar esta maldita pandemia.
En ese sentido en esta tierra no tenemos más remedio que sentirnos privilegiados y agradecidos por estar rodeados de un considerable número de artistas y profesionales que siguen creando y espacios teatrales que apuestan por apoyarlos. Como la Sala Cero de Sevilla, que este fin de semana ha retomado sus funciones de tarde/noche con la última producción de Mayte Olmedilla, ‘Everlastin Love’.
Fundadora de la compañía ‘Funamviolistas’, con la que obtuvo un Premio Max, entre otros, Mayte es actriz y violagambista a partes iguales y en este espectáculo, que asume con su propia compañía, da buena cuenta.
El argumento es tan sencillo como predecible, aunque la historia no es lo más relevante. En realidad, es solo el nexo de unión entre una serie de números de clown que enlazan con una serie de piezas musicales en las que ella interpreta la viola con la maestría que la caracteriza. Y además nos sorprende cantando, con una voz potente y afinada. En su faceta de clown, elabora un lenguaje propio, tan disparatado como desenfadado, que desata más de una carcajada. Aunque quizás lo más llamativo es que la obra se atreve a situar en escena a Vivaldi, Thaikovsky y Verdi, junto a Elton John y su rock del cocodrilo. Algo que, en su versión familiar, sin duda adquiere un valor didáctico.