La sevillana Lucy Paradise triunfa cantando en coreano: “Me cambié de país musical”

Lucía Quintero, conocida como Lucy Paradise, es una sevillana que está arrasando en las redes sociales YouTube, Instagram y Tik Tok versionando canciones famosas en coreano. Cuando tenía 13 años se adentró en el mundo de la música a través de una escuela de rock y desde entonces no ha parado. Canta en dos idiomas, toca la guitarra y baila. Una artista polifacética que ha pasado de grabar vídeos en su casa de Castilleja de la Cuesta a acumular 163.900 seguidores en Tik Tok. Lo mismo la vemos subida a un escenario español que en uno coreano. Lucy llega a la entrevista con El Correo de Andalucía con una sonrisa de oreja a oreja y preparada para cantar y tocar la guitarra en directo, así como contarnos los detalles más interesantes de su carrera musical. Podéis verla al completo en el siguiente enlace.

La sevillana aprendió el coreano por su cuenta a través de Internet y viajes a Corea, donde conoció a su mejor amiga, a quien considera su familia. Se define como “loca” por su constancia, su trabajo y su pasión por Corea, pero también por el entusiasmo que le pone a cada cosa que hace. Solo hay que escucharla para saber que la cultura de este país la atrapó desde el primer momento, aunque en los inicios de su carrera la cultura japonesa también le apasionase. Y es que aquí en Andalucía nos hemos criado con una parrilla televisiva repleta de anime gracias a Canal Sur. No obstante, podríamos decir que en el caso de esta artista internacional el K-pop gana con creces a Japón: “Me cambié de país musical. Me ha cambiado la vida la cultura coreana”.

Lucy confiesa que tiene un “cuadernito” donde apunta canciones “mamarrachas” que quiere versionar, como puede ser Yo quiero bailar de Sonia y Selena, Bulería de David Bisbal, Saturno de Pablo Alborán, Todo de ti de Rauw Alejandro, Yo perreo sola de Bad Bunny o Alocao de Omar Montes y Bad Gyal. Todos sus vídeos se pueden ver al completo en su canal de YouTube, donde cuenta con 57.000 suscriptores.

Lucy nos demuestra que, aunque Corea y Sevilla no se parecen en absolutamente nada, para ella sí tienen algo en común: la pasión que tiene por ambas culturas y su música. Una artista a la que ninguna canción le queda grande porque construye su música desde la más absoluta vocación.