Las flores de invierno del Dúo Nachtigall

En un escenario repleto de flores de todos los colores, el dúo sevillano debutó en el Espacio Turina con un amplio despliegue de musicalidad y desparpajo

07 feb 2021 / 17:16 h - Actualizado: 07 feb 2021 / 19:56 h.
  • Fotos Jesús Barrera
    Fotos Jesús Barrera

Éramos muchas las personas que esperábamos con ilusión el reencuentro con Yolanda Sánchez, que tanto nos hizo disfrutar con su carismático proyecto La casa de los pianistas, un espacio dedicado a la interpretación y la pedagogía del más popular de los instrumentos musicales, cuyo emplazamiento en la calle Cano y Cueto desapareció con las restricciones virales para ser sustituido por una academia de baile. Esperamos que cuando se relajen las circunstancias la pianista y profesora pueda retomar tan extraordinaria empresa en algún otro lugar emblemático de Sevilla. Mientras tanto dicho reencuentro vino de la mano de la interpretación, de la que ya dio buenas muestras en su pequeño auditorio en diciembre de 2019, ejerciendo como ahora labores de acompañante, algo para lo que su perfil se va consolidando y convenciendo ampliamente.

Formado el pasado verano, durante la tímida tregua que dio el covid, el Dúo Natchtigall hermana a Yolanda con Aylén Bárbara Gerull, una polifacética y enérgica joven alemana que parece también haber encontrado en nuestra ciudad su paraíso particular, alternándola con su Hamburgo natal y la isla de Fuerteventura. Un espíritu inquieto e intrépido que se trasluce también en su presencia en el escenario, llena de vitalidad y ese joie de vivre que muchos disfrutan pero no tantos son capaces de transmitir; ella sí sabe hacerlo, y eso ya le vale considerarla artista. En el programa un buen ramillete de lieder de Schubert y Grieg, tanto como el de las flores que inundaron paulatinamente el escenario y daban título al concierto, ese tiempo de rosas extraído de uno de los Lieder opus 48 del compositor noruego que recrearon como centro neurálgico de su recital, y de donde también proviene ese Nachtigall o Ruiseñor que les ha bautizado.

Las flores de invierno del Dúo Nachtigall

Sensibilidad y espectáculo

Como pianista, Yolanda es capaz de exhibir una claridad interpretativa no al alcance de cualquiera, prestando una considerable atención a cada matiz y detalle y manteniendo en todo tipo el estilo y espíritu poético de cada composición, a la vez que una proverbial capacidad para mantener el equilibrio y la coordinación con su compañera. Salvo en un par de ocasiones en que llegó a bloquearse ligera y casi imperceptiblemente, la pianista ofreció una lección de buen pianismo y excepcional virtud para el acompañamiento, llena de sensibilidad y precisión. Por su parte, Gerull exhibe una saludable capacidad para enganchar con el público y ofrecer espectáculo. Tiene más vis cómica que dramática, y cierta tendencia a la sobreactuación, pero su alegría contagiosa y la ilusión que se le adivina la hacen sin duda entrañable. Frente a eso se amortigua el pesar que provoca que le cueste controlar su voz, por otro lado generosa y sobradamente proyectada. Tiende sin embargo a perder el tono, exagerar la expresión y sonar ocasionalmente desequilibrada y estridente, todo lo cual no impidió hallar momentos de inusitada belleza, como en esas Lágrimas heladas del Viaje de invierno schubertiano, o precisamente el Ruiseñor discreto de Grieg.

Esta vez no hubo proyección en pantalla de los poemas de Müller, Uhland o Geibel, por citar algunos de los convocados, pero con su particular desparpajo y desvergüenza, Gerull se encargó de introducir con expresivas traducciones y movimientos escénicos cada lied interpretado, utillaje incluido, sin reparar en que la virtud del lied reside en expresar la emoción a través de la línea de canto y el recital poético, sin grandes aspavientos ni excesos dramáticos. Pero esto es lo que ella ofrece y como tal vale. Para terminar, el Paño moruno de Falla y de propina su Nana, también de las Siete canciones populares, y el público divertido y entregado... ¡Cuánta alegría en ese cuerpo y qué punto de locura tan agradable!

Dúo Nachtigall ***

Aylén Bárbara Gerull, soprano. Yolanda Sánchez Domínguez, piano. Programa: Lieder de Schubert y Grieg y canciones de Falla. Espacio Turina, domingo 7 de febrero de 2021