«Lo tradicional y puro del flamenco tiene que volver a resurgir»

Entrevista a Beatriz Cruz, joven bailaora sevillana que lucha por hacerse un hueco en el sector del flamenco. Apuesta por el estilo tradicional, ya que este arte universal está actualmente más enfocado a lo comercial, al turismo. Pese a su juventud, dispone de la experiencia necesaria y la constancia suficiente que la harán triunfar.

25 oct 2019 / 14:17 h - Actualizado: 25 oct 2019 / 14:21 h.
"Teatro","Danza","Arte","Patrimonio","Física","Empresas","Turismo","Formación","Me gusta","Entrevista","Bienal de Flamenco","Polígono Sur","Selectividad","Limpieza","La calle"
  • La bailaora sevillana Beatriz Cruz de Alba. / Jesús Barrera
    La bailaora sevillana Beatriz Cruz de Alba. / Jesús Barrera

La bailaora sevillana Beatriz Cruz de Alba es una artista flamenca de 23 años. Adquirió la formación técnica en la Escuela de Flamenco de la Fundación Cristina Heeren y destaca por su elegancia y estilo propio. Su lema es “con constancia y esfuerzo conseguiré llegar”. Ha actuado en recitales y espectáculos, como los organizados por la Bienal de Flamenco de 2018 y por la Peña Flamenca de la UPO en Capitanía General. Colabora en el proyecto “Fuera de serie”, en el Polígono Sur, y su objetivo es vivir profesionalmente de un arte que le apasiona y que, en su caso, es vocacional.

P- ¿Qué es para ti el flamenco?

R- Es una forma de sentir, de expresarme, de vivir. Soy lo que soy en gran parte por y para el flamenco.

P- ¿De dónde te viene esa vocación artística?

R- Realmente no lo sé muy bien, en mi familia no hay nadie que se haya dedicado profesionalmente al flamenco, aunque mi madre siempre ha sido muy aficionada y además no se le da mal.

P- Además, por tu físico, ya que eres muy rubia y con ojos azules, no das el perfil característico de la bailaora flamenca.

R- Sí, por mi apariencia física parezco una polaca, pero soy sevillana de pura cepa. En algunos tablaos flamencos sólo admiten para trabajar a bailaoras morenas, altas y con aspecto agitanado.

P- ¿Tu formación artística la has adquirido en la escuela de flamenco Fundación Cristina Heeren?.

R- Bueno, antes de entrar en la fundación, estuve estudiando con alumnas de Matilde Coral para sacarme la carrera de danza; venían de Londres a examinarnos por la Trinitty. Yo entré en la escuela de Cristina Heeren porque conseguí una beca a los 14 años, allí me di cuenta que era el sitio donde quería entrar y aprender. Luego, una vez terminé el Bachillerato y la Selectividad, valoré si podía compaginar mis estudios universitarios (empecé a estudiar Pedagogía) con el flamenco, pero en la forma que yo quería no fue posible hacerlo. Así que estuve un año de alumna en la fundación, en el segundo año fui becada y en el tercero ya estaba como monitora práctica. En esta escuela es donde más he aprendido, tanto para bien como para mal. Fuera de la fundación hay muchos caminos por los que se puede aprender. De hecho, continúo con mi formación permanente, ya que el flamenco es una carrera que nunca termina.

P- Cuando acabaste tu etapa formativa en la fundación, ¿qué hiciste?

R- Empecé a buscarme la vida y me llamaron guitarristas para acompañarlos al baile en fiestas, espectáculos, en empresas de eventos y cuadros flamencos. Luego entré de palmera con cantaores y conocí a otra bailaora, Alba Serrano, y montamos el espectáculo "Reminiscencias". Es un homenaje al flamenco de siempre, hicimos zambras, zorongo, farruca con pantalón, acompañadas con guitarrista y sin cante. Se estrenó en el Teatro de Mairena del Alcor, fue un éxito y recuperamos el dinero invertido.

P- ¿En qué otros espectáculos has actuado?

R- El primero fue durante mi periodo en la fundación con "Eclosión", en el Festival de Jerez. Más adelante en la Bienal de Sevilla con el espectáculo"3000 DesCencias" y, por último, el pasado mes de abril, con "Reminiscencia", de cosecha propia.

P- ¿Qué proyectos tienes actualmente en marcha?

R- Ahora mi objetivo es trabajar profesionalmente en lo que me gusta y seguir aprendiendo. Ahora sobrevivo del baile, pero conseguiré vivir de él. Verás, yo defiendo el baile de otra forma; no ganando, por ejemplo, mucho dinero bailando rumba en Dubái. Prefiero ganar menos y ser feliz con lo que me gusta. En estos momentos estoy de bailaora en el tablao flamenco Lola de los Reyes, en la calle Pureza; y trabajo en la escuela de artes escénicas "Eduardo Rebollar", en Sevilla capital, especializada en baile, cante y toque. También doy clases de baile en la asociación cultural flamenca "Salomé Pavón".

P- ¿Qué es lo qué te gusta hacer?

R- Intento bailar para transmitir y no para asombrar. Yo me mantengo en la línea más tradicional del flamenco y la defiendo porque volverá. Lo otro son modas que van y vienen. Lo tradicional y puro tienen que volver a resurgir. El sello de lo tradicional. Además, no me gusta actuar en compañías, prefiero bailar en solitario. Pienso que el flamenco puro se aprende si quieres, sino no lo encuentras nunca.

«Lo tradicional y puro del flamenco tiene que volver a resurgir»

P- ¿Cuál es tu sello?

R- Me suelen alabar mucho mis brazos, me considero que soy elegante. Lo que más me gusta bailar son palos muy sentidos, muy complicados, como el martinete, la seguidilla y soleá. Hoy en día para vender es mejor bailar por alegrías y bulerías por soleá. Si no te adaptas no llegas a ningún lado.

P- He leído que destacas por tu impresionante técnica y elegancia de la escuela sevillana de baile.

R- Bueno, eso dicen. He de reconocer que me encanta si es así. Siempre intento llevar por bandera la escuela sevillana, con sus brazos limpios, su bata y mantón.

P- ¿Qué demanda el público?

R- Demanda, como comentaba antes, bailes como las bulerías, pero para mí es lo más complicado, sobre todo porque hay que hacerlo bien. La bulería es muy complicada, aunque la gente se cree que es lo más fácil.

P- Luchas para vivir profesionalmente como bailaora flamenca, ¿qué dificultades te estás encontrando?

R- Lo intento hasta que lo consiga. No hay pocas dificultades. Si ya es complicado dedicarse al mundo del arte, cuando eres joven vas abriéndote camino sola, hay escasas oportunidades y, las que hay, no son del todo claras; es bastante difícil. Para formarte sí hay oportunidades, pero no en el caso de las audiciones. Existen insuficientes concursos, ya que el flamenco hoy en día lo toman como un producto y no como un arte. Es algo comercial, para ganar dinero. Tiene un enfoque más turístico, dirigido al que lo pague. Antes se valoraba más el arte. Creo también que cuando te crías en el entorno flamenco es menos complicado dedicarte a esto, pero si partes de cero -como es mi caso, ya que mi familia no es flamenca-, la dificultad es mayor. Por ello considero que profesionalmente es importante tener un entorno flamenco.

P- ¿Se valora en España el flamenco?

R- El flamenco es mundial y patrimonio inmaterial de la humanidad, pero reconozco por mi experiencia que la mayoría de los nacionales no valoran este arte como los extranjeros. Fuera te reconocen mucho más, en España, donde nace el flamenco, es todo más comercial. Los turistas pagan por las actuaciones de los tablaos, que por cierto son buenas, pero la gente de aquí no se gasta el dinero en estos escenarios porque piensan que lo que se van a encontrar es lo que ya hay en la calle y no tiene nada que ver.

P- ¿Tienes representante?

R- No, aún no. Lo tengo que buscar. Por ahora lo voy administrando y moviéndome yo. Siempre es bueno ver las cosas de primera mano.

P- Actualmente colaboras, de forma gratuita, en el proyecto "Fuera de serie" en el Polígono Sur. ¿Qué labor desarrollas?

R- Pues en el proyecto lo que intento es poder aportar algo a lo que llevo tiempo acostumbrada a trabajar, la disciplina, la limpieza a la hora de bailar, transmitir con intenciones más que con los pasos en sí. Intento dar ejemplo, ten en cuenta que esta iniciativa va dirigida a niños que no van a clase, pero les gusta el flamenco y se trata de integrarlos y que se formen a través de esta disciplina artística. Aquí vienen maestros a darnos clases, como El Junco o Carmen Ledesma entre otros, y aprendemos de sus técnicas. "Fuera de serie" también me aporta la pureza del flamenco.