Ya tuve ocasión de dedicarle un artículo hace justo un año y en estas mismas páginas virtuales a Javier Fito: pintor, escultor, collagista, escultor instalativo, gestor cultural, jefe técnico del Ayuntamiento de Sevilla y director del Antiquarium, una sala multiusos perteneciente al ICAS, situada sobre los antiguos restos de la Híspalis romana, la Isbilya musulmana, la Sevilla medieval, renacentista y barroca, que durante muchos años sepultó el mercado de abastos de La Encarnación y salieron de nuevo a la luz, a propósito de la elevación del Metrosol Parasol, más conocido como “Las Setas”.
El autor con el Presidente de la Asociación El Anaquel del Pinsapo Luis Guerra y el pintor Pedro Simón entre otr@s . FOTO proporcionada por J.Fito.
En esta ocasión, es la Casa de Las Sirenas la que acoge las obras del artista, una construcción romántica de características francesas decimonónicas, que se eleva en la margen derecha o izquierda –según se vaya o venga- del boulevard de La Alameda de Hércules, un espacio de gran socialización dentro de la actual Sevilla, oficial y alternativa al tiempo, donde numerosos negocios hosteleros compiten en exposiciones y muestras artísticas, con las grandes galerías de arte de la ciudad e incluso con Museos Artísticos Internacionales Contemporáneos, dada la calidad y cantidad de los que se suceden “casi” por milímetro cuadrado en ambas aceras, y en el centro mismo de ese gran entorno paisajístico y residencial.
Uno de los ArteFactos expuestos. FOTO: T.L.
Javier Fito nos trae ahora sus ArteFactos, un juego de palabras entre el arte y la manufactura, entendida esta última como la creación de objetos utilitarios que trata como vestigios de arqueología industrial. Lleva por subtítulo “Naturalezas Muertas del Mundo Obrero”, que bien nos podría dar ya pistas sobre su contenido, pues se trata de fotografías que amplía a gran formato aplicando sobre ellas pintura acrílica en aquellas partes que le interesa destacar o por el contrario anular para que destaquen las que considera esenciales.
ArteFacto. “Fotopintura” de Javier Fito. FOTO: T.L.
Motores, tubos de escape, rodamientos, bidones, latas, cables, tornillos, ruedas dentadas, elementos de plástico, depósitos de gasolina o gasoil que forman las partes centrales o imprescindibles en los motores de vehículos, son las formas y composiciones que ha escogido para centrar su atención y la nuestra.
Una de las obras expuestas en Las Sirenas. FOTO: T.L.
Además de sus creaciones fotográficas, Javier Fito expone dos instalaciones: la primera de ellas constituye un homenaje a su madre, colocando su cabeza en barro alrededor de manos articuladas de madera, las mismas que se utilizan para las clases de dibujo y modelado en las escuelas, academias, talleres y facultades de Bellas Artes.
Retrato de Javier Fito en una de las dos instalaciones de la muestra. FOTO: T.L.
La segunda, un retrato también en barro que le representa hasta los hombros, rodeado de idénticas manos que en lugar de simular acoger o acariciar, hacen gestos expresivos como el de la figa, que se entiende como una nota de humor, o como protección para evitar mal de ojo y todo tipo de maldiciones.
Instalación con la cabeza en barro de la madre de J. Fito ante algunos de sus ArteFactos. FOTO:T.L.
Gambia, Senegal, Marruecos, Tánger, Aracena, Sevilla o Bilbao, son ahora los escenarios donde ha captado estos motores o rotores que obtienen en la plástica una nueva vida, un reciclaje que Javier Fito pretende para manifestar con ellos la ecología y la belleza de estos objetos, la vida que tienen o tuvieron.
Finalmente y ahora que nos adentramos en el mes de los difuntos, el autor cierra la exposición con otra serie de fotografías coloreadas de calaveras, esqueletos danzantes, quijadas de animales, que forman composiciones con cacharros de cristal, elementos sacados de motores representados de manera bícroma o con pocos colores, por lo que contrastan con el colorismo de las otras. Y bien, Javier: hasta el año que viene en que a ver con qué nos sorprendes, fuera aparte de lo que estas imágenes dicen, del mundo fabril, la producción en cadena, las condiciones de los operarios, el lujo de quienes van a usarlos, y la funcionalidad entendida como arte, o a la inversa.