La Gazapera

Los flamencos viven al día

Manuel Bohórquez @BohorquezCas /
27 mar 2020 / 08:13 h - Actualizado: 27 mar 2020 / 08:18 h.
"La Gazapera"
  • Los flamencos viven al día

Me acuerdo cada día, y a cada instante, de lo que van a sufrir los flamencos, otra vez, con las consecuencias de esta pandemia. Ayer me decía un cantaor, con mucha gracia, que a lo mejor ahora regresan los cantaores y las cantaoras de pellizco, ese que da el hambre en el estómago. El que le hizo decir a Manolito el de María que cantaba con fatigas, “porque me acuerdo de lo que he vivío”. Los flamencos son indestructibles, no hay manera de acabar con ellos, han resistido a invasiones, pandemias, guerras civiles, hambrunas, revoluciones campesinas, repúblicas y monarquías parlamentarias.

El Bizco Amate fue un cantaor sevillano que se buscaba la vida cantando en los tranvías y en las casas de vecinos. Un día entró en un corral de vecinos para cantar algunos fandangos y pedir que los moradores les echaran pesetas y perras gordas. Uno de ellos era el también cantaor Pepe Aznalcóllar, a quien le pidió: “Pepe, échame una peseta”. Aznalcóllar le dijo que la que tenía era de papel y que se la iba a llevar el viento. A lo que contestó el cantaor bohemio: “Pues tíramela metía en un bollo”. Las fatigas que pasó Enrique Guillén Cascajosa, que así se llamó el cantaor callejero.

Que ganen mucho dinero en el flamenco hay una docena. Los demás sobreviven o viven con cierta comodidad, pero casi al día. Viene un año malo de recitales, por cualquiera causa, y las pasan canutas. Ya lo están pasando mal estos días porque se han suspendido todos los recitales que tenían contratados, incluso las fiestas privadas. Algunas ayudar recibirán, pero a ver cómo acaban de pagar el piso, la casa o el coche. O cómo dan de comer a sus hijos si solo tienen el arte jondo para ganarse el pan.

Es verdad que no solo los flamencos lo van a pasar mal, o ya lo están pasando, pero es que estaban acostumbrados a vivir bien y a disfrutar de la vida. Y son una bandera de España en el mundo entero, los representantes de una de las señas de identidad andaluza más importantes, el arte flamenco. Los que han ganado dinero y lo han guardado, aunque los flamencos no son de guardar para la vejez, podrán capear el temporal. Me refiero a los artistas de primera o segunda línea. Pero los que de verdad lo van a pasar mal son esos flamencos que viven al día, de las fiestas o de recitales en las peñas, que son un buen número. Aunque les parezca mentira, aún hay artistas flamencos que viven de los señoritos con dinero que los llaman a sus fiestas privadas.

Veremos a ver qué pasa con los festivales del verano, porque la mayoría sacan en ellos para vivir todo el año. Y con la Bienal, que es en septiembre, sin duda el festival más importante del mundo. Muchos artistas necesitan la cita sevillana para presentar en ella las obras con las que luego girarán por el mundo. Quien dice la Bienal dice el Festival de las Minas, otro de los fuertes.

Ya verán cómo los flamencos sobreviven a la pandemia.

Cada vez que considero

que me tengo que morir

tiendo una manta en el suelo y

me harto de dormir.