Luis Izquierdo. Director de Orquesta

Luis Izquierdo. Director de Orquesta

Luis Izquierdo. Director de Orquesta / Ramón Ruiz

Ramón Ruiz

En Madrid donde residía con su familia, alejado desde hace años de los auditorios y teatros por razones de salud, ha fallecido el pasado viernes 9 de diciembre a los 91 años, Luis Izquierdo; el querido Maestro Izquierdo quien durante más de veinticinco años vivió, enseñó en el Conservatorio Superior de Música y tanto luchó porque en Sevilla existiera una orquesta filarmónica que llenara con sus ciclos de conciertos, solistas y directores invitados el enorme vacío que sufríamos entre la primera mitad de los sesenta y principios de los noventa del pasado siglo. A las generaciones que no vivieron aquella época les parecerá que estamos rememorando un lejanísimo pasado, pero no fue así, en absoluto, sucedió ayer mismo. Luis, junto con otros agitadores e impulsores de la vida cultural del ámbito musical sevillano, de verdad y en esencia, muy pocos: Julio García Casas (Juventudes Musicales) y los dos Manolos, Manuel Castillo (Conservatorio Superior) y Manuel Rodríguez-Buzón (Obra Cultural Caja San Fernando de Sevilla) y poco más, hoy fallecidos, fueron quienes a mi juicio removieron con mucho esfuerzo y valentía la anémica vida musical de entonces, de la música que para saber a qué me refiero denominamos “clásica”; o sea, la que permanece, contando ciertamente con medios humanos y materiales muy precarios, con ayudas públicas y privadas casi asistenciales, subsidiadas y, a veces, arriesgando mucho. Entre los años 65 y 90 del siglo pasado esto no fue un completo páramo musical gracias a estas personas y lo digo porque viví aquello en primera fila. Hicieron y nos ofrecieron con continuidad a melómanos y meros aficionados nóveles, lo mejor que pudieron del repertorio sinfónico y de la interpretación solista o en grupo que la raquítica capacidad económica les permitía y, también hay que decirlo, con la benevolencia de sus intérpretes que atemperaban muchas veces sus cachets.

Luis Izquierdo, que dio su primer concierto de piano siendo un muchacho en su Coruña natal, mirando hoy hacia atrás fue un titán, un luchador incansable que resucitó primero a la Orquesta Bética de Cámara que fundara Manuel de Falla, luego ampliada a Filarmónica, contando con altruistas y entusiastas, cuando no existía nada en Sevilla. Trajo a Sevilla a muchísimos solistas de gran calidad y a casi todos los directores de orquesta españoles y muchos extranjeros, que aun sabiendo indubitadamente de las limitaciones artísticas con las que se encontrarían, vinieron a hacer música. Él mismo dirigió la práctica totalidad de las orquestas españolas y dispuso de un repertorio de más de 800 obras que nos ofreció a lo largo de su carrera, y no se le podía exigir más de lo que hizo, que fue mucho durante aquellos años de oscuridad, antes de que disfrutáramos, ya entrados los 90 de una Orquesta Sinfónica profesional y de buena calidad europea y de un Teatro homologable a ciudad de similar categoría, que tampoco teníamos. Tatas veces dirigió a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla en el tradicional Miserere de Eslava que llegó a grabarlo para Deutsche Grammophon. Esta ciudad olvidadiza por naturaleza, no ha sido justa ni se ha portado bien en el reconocimiento y agradecimiento que le debía a Luis Izquierdo. Aunque también me consta que Luis nunca se lo tomó a mal y jamás salió de su boca reproche alguno. Él era así, vocación, entrega a la música, trabajador incansable y generoso en todo.

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