Arte

Lujo, calma y voluptuosidad: Erwin Blumenfeld, en el CICUS

Este renovador de la fotografía supo aplicar las enseñanzas de los grandes maestros en las fotos de revistas de moda

30 dic 2019 / 14:18 h - Actualizado: 30 dic 2019 / 14:27 h.
"Libros","Cine","Arte","Pintura","Escultura","Historia","Fotografía","Youtubers","Universidad de Sevilla","Diseño"
  • Red on Red, para VOGUE US (1954).
    Red on Red, para VOGUE US (1954).

Hoy día, en que las fotos publicitarias que se insertan en las revistas de moda, intentan epatar con el concepto del lujo que se impone y que la misma fotografía y moda se han convertido como el arte en simple espectáculo, cualquiera puede hacerse fotógrafo y famoso.

Hoy, que cualquiera con un móvil, tablet, reloj, dron o cualquier dispositivo digital puede ser fotógrafo sin que tenga las mínimas nociones sobre iluminación, encuadre, cámaras, reveladoras, etc. Y hoy, que cualquiera puede ser por tanto paparazzi, artista, fotógrafo, youtubers,... contemplar las exquisitas fotos de Erwin Blumenfeld supone algo así como hacerlo ante “los Primitivos” italianos o flamencos, los libros xilográficos “incunables” o las obras de orfebrería y artesanías tan delicadas que se convierten en maestras per se y de arte con mayúsculas, por la perfección que adquieren.

Esto ocurre con este renovador de la fotografía de moda –y con ella de la misma moda y todas las artes integradas en ella además de la pintura y la escultura- porque supo aplicar las enseñanzas de los grandes maestros desde que esta naciera en la tercera década del XIX, integrara bastantes estilos que se desarrollaron desde comienzos del XX -tanto en la moda, el arte y la fotografía- como en la tecnología de las cámaras y en la impresión de las imágenes, ampliando la evolución con sus aportaciones.

El hecho de que no se conociera lo suficiente hasta ahora a este autor cosmopolita, que pasó su juventud en diferentes países europeos, su plenitud en U.S.A. hasta su reencuentro físico con Europa, se debe a muchas cosas, sobre todo a a la dispersión que suele producirse entre los herederos, familiares o cualquier persona que pudiera haber tenido acceso a su legado.

Lujo, calma y voluptuosidad: Erwin Blumenfeld, en el CICUS
Foto para Vogue US (1953).

Afortunadamente no es el caso, pues cada uno de los herederos de Erwin Blumenfeld (Berlín 1897- Roma 1969), las ha conservado con mimo extraordinario de manera que a partir de ahora –desde los comienzos del siglo XXI en realidad- se puedan ir conociendo los miles de negativos y positivos que dejó.

Por otra parte, está el hecho de que las maravillosas revistas donde él colaboró –Vogue US, Harper´s Bazaar, Life, Cosmopolitan,...- parece que no han sido conscientes de la importancia o trascendencia de sus fondos, en cuanto que tienen con respecto al conocimiento de los grandes autores como Erwin Blumenfeld, quienes hicieron avanzar como antes apunté, tanto la foto, el diseño gráfico, científico, industrial y también las modas (incluidas el maquillaje, la perfumería, joyería, peletería, los complementos, el calzado y el lujo en general) que desde este punto de vista, también difundían. Me agradará comentar que no comparto esos apellidos que nada aportan sobre el sentido artístico que ha querido aplicarse, como son los de foto de moda, de fondos marinos para libros o prensa especializada (en papel o en pantallas). La fotografía –la moda, etc.,- es arte o no. Y lo es, por a la intención de su autor cuando las hizo y por la extraordinaria consideración que tuvieron en sus días, aunque puedan ser también pasado el tiempo, testimonios de una época. En concreto la de la alta sociedad que él compartió con las modelos que él escogió para rendir culto a la belleza de estas Afroditas de papel, a sus facciones y proporciones aúreas, la sutil elegancia de las poses, el erotismo callado, la sensualidad insinuada en una mirada, puede.

Lujo, calma y voluptuosidad: Erwin Blumenfeld, en el CICUS
Foto para LIFE (1942).

El hecho de que haya sido hasta hace poco un autor (o)culto, comprende el por qué no ha sido del interés de los estudiosos como sin duda será a partir de ahora para quienes se acerquen a la fotografía, la historia del arte, periodistas, fotoperiodistas, fotógrafos, artistas y diseñadores de todo tipo.

También un fotógrafo como Erwin Blumenfeld, debería ser objetivo de Hemerotecas (como la de Sevilla y sus excepcionales colecciones), que podrían dedicar más muestras sobre los grandes rotativos, y con ellas la divulgación de los grandes maestros que se encuentran en las páginas de los periódicos y publicaciones, máxime ahora que están digitalizadas.

En este orden de cosas, resulta clave también el papel que desempeñan los Centros de Arte y los Museos, al dar mayor cabida y difusión a sus archivos fotográficos, algunos también excepcionales.

Fototecas, Hemerotecas, Museos, Archivos, Museos de la Fotografía (como el que debería haber ya aquí), coleccionistas, familiares de fotógrafos como están haciendo los nietos y descendientes de Blumenfeld, deberían dar a conocer en lo que a este terreno afecta, sus “tesoros”, y compartirlos como ahora hace el CICUS en una exposición co-comisariada por Luis Méndez, Christian Ravina y el nieto de Erwin, Remy Blumenfel, al mostrar una colección de 72 copias de todas las conservadas de los años 40, 50 y 60 del pasado siglo.

Christian Dior, Cartier, Helena Rubinstein, Max Factor, las grandes casas de costura y -para seguir con los términos afines- de tocador, y con ellos las famosas modelos que lucían sus creaciones y las actrices que posaron para él, como Audrey Hepburn, Grace Kelly, Bette Davis o Lucille Ball, son mucho más que el caleidoscopio (jugando ahora con la cabecera de una de las revistas donde colaboró) de una época, porque esa belleza en la que todos coincidimos, representa el ideal del momento, el presente continuo, la eternidad en un día, el instante preciso en que las inmortalizó, inmortalizándose él mismo.

Con ellas, con estas joyas e iconos ya del XX, se ha marchado lamentablemente ese gusto por la investigación, la –literalmente- manipulación de todos los procesos que pueden intervenir en una foto, sobre todo como él, que además de las fijas, las extraía de collages previos realizados por él, o de “fashions films”, de manera que son pocos los fotógrafos que se ocupaban ya de solarizaciones, dobles o múltiples imágenes de una misma figura, de delimitar el espacio con una reducida escala de colores, de intensificar, resaltar los volúmenes, recortar, extraer el perfil, la mirada que quiere.

Erwin Blumenfeld ha esculpido en cada una el tiempo, descompuesto fragmentariamente las facciones proyectando luces, flores, cintas de diferentes materiales, transparencias y texturas sobre la esbeltez y la sofisticación, destacando u ocultado lo que interesaba, seduciéndose y seduciéndonos en una sabia lectura del pictorialismo, modernismo, puntillismo, dadá, surrealismo, impresionismo, cubismo, la pintura sintética, analítica o abstracta del arte, incluido el cine. Obras maestras cualquiera de ellas, y sí, ciertamente: Lujo, calma y voluptuosidad, título de esta muestra que hasta el 10 de enero de 2020 estará abierta en el CICUS (Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla).

Finalmente, sólo me queda resaltar el Documental escrito y producido por su nieto Remy Blumenfeld –“The man who shot beautiful women”- extrayendo imágenes de familiares, de Getty Images, Life Magazine, Conde Nast Archive, Gaumont Collection, CBS,... y coproducido por la BBC. Y bueno, ya que estamos: ¡¡¡Feliz 2020 a tod@s!!!