La compañía Marcat Danza nace de la unión del coreógrafo jienense Mario Bermudez Gil y la estadounidense Catherine Coury. Mario comenzó su formación a los 2008 en nuestra ciudad y no tardó mucho en conquistar la escena internacional. En 2010 viaja a Nueva York donde baila con figuras de reconocido prestigio como Jennifer Muller, y compañías como Andrea Miller's Gallim Dance. En 2012 se integra en la Barsheva Dance Company en Tel Aviv. Allí conoce a Catherine que daba clases de técnica Gaga, y decide fundar con ella en Jaén la compañía Marcat Danza.
Hoy martes 9 y mañana miércoles 10 Marcat Danza estrena su último espectáculo en el Teatro Romano, 'Anhelo' una coproducción del Festival de Itálica que cuenta con una coreografía para seis bailarines -cuatro intérpretes de diversas procedencias que bailarán junto a Mario y Catherine- y una banda sonora creada para la ocasión por el compositor de música contemporánea José Pablo Polo, quien define su creación dentro de los márgenes de la música electrónica de corte minimalista.
Marcat Dance estrenan en Itálica 'Anhelo'La compañía de Mario Bermúdez Gil y Catherine Coury, Marcat Dance están ya en Sevilla para el estreno en #Itálica2019 de su obra 'Anhelo'. ¡Y han llegado cargados de energía y muchas ganas de compartir con el público!✅ 9 y 10 de julio, a las 22.30 horas, en el Teatro Romano de Itálica. Información y venta de entradas en https://bit.ly/30nKelY
Posted by Itálica. Festival Internacional de Danza on Monday, July 8, 2019
En la rueda de prensa de presentación del espectáculo, Mario Bermúdez comenzó dando las gracias al Festival por permitirle mostrar su obra en Sevilla, la ciudad donde recibió su primera formación como bailarín y donde se siente muy feliz. Acto seguido definió 'Anhelo' como “un viaje poético muy personal” que pasa por diferentes estadios emocionales de la vida cotidiana, aunque más que un discurso cerrado se trata una mirada amplia que abarca incluso el deseo que pertenece al pasado y nos produce nostalgia. No en vano, como señaló Catherine, el deseo es algo inherente a la condición humana. De ahí que Mario insistiera en que la pretensión del espectáculo es que cada espectador elabore su propio viaje emocional partiendo del desafío físico de la danza. Y es que, fiel a su estilo, la coreografía reproduce una danza muy física con la que el coreógrafo jienense busca un movimiento más puro y personal.