Marcos Vargas y Chloé Brûlé derrochando talento y poderío

Marcos Vargas, Chloé Brûlé nos brindan un espectáculo de gran formato en el que flamenco y la música electrónica se rinden a su talento y poderío creativo (****)

22 nov 2019 / 08:43 h - Actualizado: 22 nov 2019 / 08:47 h.
"Flamenco","Música","Teatro Central"
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Sugerente, potente, envolvente, sensual... Son algunos de los calificativos que se merece esta última propuesta de Marcos Vargas & Chloé Brûlé, un espectáculo de gran formato que aúna el flamenco y la música electrónica con derroche de talento, creatividad y valentía por parte de sus productores.

Como indica el subtítulo de la obra, la coreografía se estructura en siete piezas que combinan los dúos, tríos y quintetos, aunque en todo momento se define como una composición coral en la que tanto los números de baile como la música forman un todo indivisible. De ahí que el compositor musical, Miguel Marín, aparezca en todo momento en escena como un elemento más de coreografía, potenciando la banda sonora tanto con el movimiento corporal como la voz o el toque en directo de un tambor con el que marca el compás de la seguiriya o la bulería. Miguel se desenvuelve bien por el escenario y alcanza una notable complicidad con sus compañeros, con los que incluso se aventura a crear un nuevo palo de once tiempos que surgió durante los ensayos, al que bautizaron como “varapalo”.

Cabe destacar la valentía y la generosidad de Marcos y Chloé que en ningún momento se sitúan por encima del resto del elenco, y eso que es la primera vez que bailan e interactúan con otros artistas. Hasta ahora en sus quince años de trayectoria solo bailaban ellos en sus espectáculos y éstos, aunque con distintos formatos, tenían como puntal al cante flamenco. En cambio aquí, con un arrojo propio del universo flamenco del que parten, se atreven a compartir su baile con otros dos bailarines que tienen un estilo propio y con una banda sonora que en principio no tiene nada que ver con la música flamenca. No obstante, se podría decir que Miguel Marín consigue con su composición musical suscitar algunas de las emociones que propone el flamenco, como esa rabia contenida que se cuela en el quejío y en el desenfreno del compás. Algo que la coreografía enfatiza con el taconeo, las miradas y el movimiento incesante de los brazos entrelazados incluso cuando, como el dúo del principio de Chloé y Yinka Esi Graves los cuerpos se paran hasta describir toda una gama de imágenes hermosas e inquietantes bajo la radical y espléndida iluminación de Antonio Valiente.

El ritmo del espectáculo se resiente en algunos momentos pero consigue mantener un tono ascendente, sobre todo al final cuando, con el público entregado a su viaje, los cinco intérpretes nos envuelven en la algarabía de sus encuentros y desencuentros, salpicados de guasa y de lirismo. Se trata, sin duda de una fascinante producción a la altura del sello de excelencia que caracteriza la programación del Teatro Central, que el público ovacionó de pie, aplaudiendo con palmas por sevillanas.

La ficha

Obra: Los Cuerpos Celestes. Partitura coral en siete movimientos,
Lugar: Teatro Central, 20 de noviembre
Compañía: Marcos Vargas & Chloé Brûlé
Coproducción: MV&CB y Elena Carrascal S.L.U.
Dirección coreográfica: Chloé Brûlé
Composición musical: Miguel Marín
Creación e interpretación: Marcos Vargas, Chloé Brûlé, Gero Domínguez, Yinka Esi Graves y Miguel Marín
Calificación: Cuatro estrellas