La Gazapera

María Pagés y sus propuestas de danza flamenca en Sevilla

Muy pocas bailaoras y coreógrafas conocen el flamenco como ella, su esencia, la historia, el por qué y las características de cada artista anterior a ella

Manuel Bohórquez @BohorquezCas /
27 dic 2019 / 11:23 h - Actualizado: 27 dic 2019 / 11:29 h.
"Feria de Abril","Flamenco","Teatro","Danza","Arte","Historia","La Gazapera","Teatro de la Maestranza"
  • Un espectáculo de María Pagés. / El Correo
    Un espectáculo de María Pagés. / El Correo

De niña, cuando bailaba en las galas de Adelita Domingo con su hermano Tomás y era conocida como María Jesús Pagés, su nombre completo, soñaba ya con ser una estrella del baile flamenco y que el mundo la admirara. Hoy es la máxima figura del género, dentro y fuera de Andalucía, la artista que es capaz de poner sobre un escenario obras muy flamencas y otras no tanto, pero todas con un nivel que solo ella puede dar. Y en todas, sin discusión, está siempre no solo el talento de una artista única, preparada, seria y responsable, sino una mujer de bandera dispuesta al riesgo y al compromiso con el mundo.

Recuerdo que la Bienal subía siempre de nivel cuando llegaban sus coreografías, sus montajes increíbles jamás vistos en el baile flamenco. Obras como De la luna al viento (1994), La Tirana (1998) o Autoretrato (2008), marcaron tendencia y han quedado ahí como prueba de que el flamenco fue siempre un arte capaz de adaptarse a los tiempos y de mudar la piel a través de los grandes artistas de talento y creatividad, como María, que hoy regresa al Teatro de la Maestranza con Una oda al tiempo, obra flamenca sobre la contemporaneidad y el necesario diálogo con la memoria. Quizá de sus obras más comprometidas, luego no baja la guardia.

¿Cómo es María como bailaora? En Sevilla hay siempre una eterna discusión sobre lo que es o no flamenco, desde el siglo XIX, y en esa agarrada de puristas, puritanos y vanguardistas está siempre María Pagés, que no solo es sevillana sino trianera. O sea, que muy pocas bailaoras y coreógrafas conocen el flamenco como ella, su esencia, la historia, el por qué y las características de cada artista anterior a ella. Desde muy niña, además, porque el flamenco se empieza a vivir muy pronto en esta ciudad cuando se tiene la oportunidad y, sobre todo, la sensibilidad del arte.

No es verdad que María Pagés se echara a lo comercial, como alguna vez se ha dicho, porque lo comercial es lo fácil, lo que llega a todo el público, sobre todo al menos exigente. Las sevillanas del año son siempre las más bailables y, por tanto, las que más éxito tienen en la Feria de Abril. María nunca buscó lo fácil, sino al contrario, y ahí están sus casi veinte grandes obras, desde Sol y sombra (1990), hasta Oda al tiempo. Además, arriesgando y dejando siempre el nivel a gran altura.

Cuando hablas con ella de flamenco te das cuenta enseguida que conoce este arte poco pocos. Se interesa mucho por la investigación y por eso montó el centro coreográfico que hoy lleva su nombre en Fuenlabrada. El proyecto es ya una realidad y está muy orgullosa de haber dado al flamenco y la danza en general algo que sirva para hacer más grande este arte y dar su sitio a los grandes maestros y a las grandes maestras.

Hoy y mañana pueden ver esta obra, Oda al tiempo, en el Teatro de la Maestranza, que tanto sabe de su talento y éxitos.