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El escritor rinconero Miguel Ángel Checa presentó en ‘La Estación de las Letras’ su poemario ‘A la deriva de mis sueños in(finitos)’ (Foto: Francisco J. Domínguez)
La literatura puede ser liberadora, así como una forma de ayudar al lector a través de la creación y la expresión del autor. E igualmente puede ser solidaria, y que sus letras construyan una sociedad mejor tanto con su contenido como con su aportación. Es el caso de las tres obras – dos novelas cortas y un poemario – del escritor Miguel Ángel Checa, que este martes presentó su último libro en ‘La Estación de las Letras’ de La Rinconada.
‘A la deriva de mis sueños in(finitos)’ supone un cambio de género en la trayectoria de este joven pero solvente autor. Se trata de un compendio de escritos íntimos y personales, “textos que se han escrito durante bastantes años, en un momento concreto en que he sentido amor, desamor, tristeza, felicidad”, explicaba el autor rinconero. Con su reunión en un volumen ve la luz “un poemario que sería prosa poética”.
Los poemas de Checa abren esa parte del alma escondida, es una forma de exteriorizar lo que se siente, algo que pasa dentro de la sociedad. “El día que pienses que no necesitas más aprendizaje, ese día perderás el único alimento que nos nutre toda la vida”, señala en uno de ellos.
Checa (izquierda) y el escritor Jairo Valencia-Piedrahíta en la presentación del poemario en el Centro Cívico Los Silos (Foto: Francisco J. Domínguez)
Expresión personal y reivindicación social
Temas transversales en las vidas de las personas, actualidad, pero sobre todo, expresión personal desnuda recorre las páginas de este poemario. Aseguró el autor que el cambio de registro “me costó trabajo, hay textos que son muy personales, dedicados a personas concretas de mi vida”. Trata temas como la humildad, la libertad, el medio ambiente, pero también el amor, el respeto o la adicción a la persona amada. En estos últimos “todos son vivencias que he padecido o he disfrutado yo”.
Recoge también un fuerte compromiso social, feminista y reivindicativo. “Deberíamos hacer conciencia individual como sociedad para no dar pasos atrás. Hay que centrarse más en educar al niño desde chico en respetar a la mujer que a la niña en lo que no debe hacer”, expresó.
Un libro en definitiva que, como apostilló el también escritor y conductor del acto Jairo Valencia-Piedrahíta, “va al alma y al corazón, a decir lo urgente y lo importante, que habla a esa parte más personal”.
Obras autoeditadas cuyos beneficios han sido donados a asociaciones locales
Esta tercera obra supone la consolidación de un escritor que, incluso desde su juventud, atesora una contundente trayectoria. Sus inicios en la literatura fueron precoces, pues con 11 años comenzó a escribir. “Transcribía con un máquina de escribir cuentos infantiles, cambiaba personajes y el final” para de esta forma ir gestando su estilo y su expresión.
A pesar de su hábito de salir los fines de semana independientemente de cualquier circunstancia, la lluvia fue la excusa un viernes de hace casi dos décadas para quedarse en casa. Pero no fueron las circunstancias atmosféricas sino la necesidad de expresión personal la que provocó que ese día comenzase a nacer ‘Alas de invierno’, su primera novela corta. Un relato de misterio del que ha declarado que lo comenzó a escribir tras acabar un libro del que no le gustó el final.
Con 19 años y su primera novela lista, también su objetivo con esta se salía de lo habitual en una persona que empieza. “Cuando empecé a escribir quería que fuera para ayudar a los demás”. Es por ello que, valorando las opciones, se lanzó a la autoedición “con la que me puedo llevar lo mismo que me podía dar una editorial con la diferencia de que esa otra parte se podía ir para una asociación”. Donó así los beneficios de su primer libro a la asociación local de alzhéimer. “Busqué asociaciones que había en el pueblo, di con esa que llevaba poco tiempo funcionando y valoré que podría hacerles falta”.
Con 23 años publicó la segunda parte de su debut, titulada ‘Reflejos de libertad’. Y al igual que en el libro anterior, los beneficios de esta novela corta de misterio autoeditada fueron destinados a la Asociación Familiar de Ayuda al Discapacitado (AFADI) de La Rinconada.
Un escritor consolidado desde su esfuerzo
Como destacó la delegada de Cultura, Raquel Vega, “en la poesía el escritor se vacía, deja parte de sí mismo, es un acto generoso”. Como generosa viene siendo su producción y lo será también esta tercera obra, que si bien ha tenido que publicarse a través de una editorial “por falta de tiempo”, los beneficios que obtengan volverán a tener como destino final asociaciones de la localidad.
El autor explicó los pormenores de su tercera obra en esta sesión de la feria del libro de La Rinconada (Foto: Francisco J. Domínguez)
Aseguró la delegada de cultura que el éxito de Checa, aquel joven al que acompañó en sus inicios a presentar ‘Alas de invierno’ en los institutos de la localidad “no fue flor de un día ni capricho adolescente, se ha consolidado desde su esfuerzo”. Cuestión que además reafirma los proyectos que ya tiene avanzados.
Tras este paréntesis en la expresión íntima y personal, el escritor rinconero vuelve a la narrativa, sin apartarse de su identidad pero explorando nuevas visiones. Aunque tiene avanzada la tercera parte, que supondría el final de una trilogía con las dos anteriores y la culminación del final abierto de la segunda, este proyecto ha quedado aparcado “y no sé si lo publicaré”. Sí que verá la luz la que será su tercera novela, una historia sobre un asesino en serie ya escrita y que se titulará ‘El asesino del número pi’.