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Entrevista

Miguel Poveda: «Sevilla me da un pellizco en el estómago»

El cantaor de Badalona retorna a la ciudad hispalense este sábado 25 de julio para exponer en el escenario sus sentimientos a flor de piel y dedicar a la sociedad su gratitud y experiencias

Manu Ojeda manuojedas /
24 jul 2020 / 12:52 h - Actualizado: 24 jul 2020 / 13:57 h.
"Flamenco","Entrevista"
  • Miguel Poveda. / Foto: Ana Palma
    Miguel Poveda. / Foto: Ana Palma

Artista se nace y se hace. En este caso, hablamos de una certeza absoluta. Con pasión y devoción musical, con el sentimiento a flor de piel y tras dos meses de pausa y conexión consigo mismo y con su hijo en casa, Miguel Poveda regresará a Sevilla este sábado 25 de julio para cantarle a la capital de Andalucía toda la música que alberga en su interior. Con un cariño especial, mostrará esa ternura que tanto le caracteriza a la ciudad que “me da un pellizco en el estómago”.

Tras este letargo, el artista de Badalona ofrecerá un total de 20 conciertos ante un aforo reducido por diferentes rincones de España a lo largo del verano. El pistoletazo de salida será mañana en el Palacio de Congresos de Sevilla, en directo, al aire libre y acondicionado siempre a las medidas de seguridad pertinentes, con el que Poveda pretende emocionar a todos los asistentes con su nuevo tema compuesto durante el confinamiento: De qué manera. Una obra de arte para el mundo del flamenco y un agradecimiento altruista a la sociedad y, especialmente, a todas aquellas personas que “han estado en primera línea de batalla”.

En sus palabras a El Correo de Andalucía, Miguel valora el tiempo de crecimiento experimentado junto a su hijo durante el confinamiento, así como la toma de conciencia social que, como seres humanos, debemos tener hacia el medio ambiente y la naturaleza, amén de su devoción por Sevilla y su concepción de la música como “el canto del alma, del espíritu... de toda la esencia que eres como ser humano”.

¿Cómo has sobrellevado el confinamiento y la entrada en esta “nueva normalidad”?

Como una montaña rusa de emociones. Algunas muy tristes porque las noticias no eran para estar contentos. Dentro de la impotencia, sabía que lo único que tenía que hacer era quedarme en casa. Si el planeta paraba entero, uno paraba en beneficio del mundo. Lo más lamentable... saber que gente moría y no podíamos hacer nada.

La otra parte de la moneda ha sido maravillosa porque he estado con mi hijo. He aprendido mucho de él en este encierro. A nivel vital, estoy contento de haber parado porque mi alma y mi corazón necesitaban parar. Yo sólo quería estar en silencio, que ya es mucho.

Componer ha sido lo más peculiar. Esta pausa, desde un punto de vista positivo, ha sido un motivante para el ingenio. Parar el espíritu, el cuerpo y el alma... todo ello, dejando a un lado esa velocidad frenética que llevamos siempre, me ha dado paso a componer este nuevo tema, ‘De qué manera’, florecido también de la sensibilización de todo lo que ha pasado y está pasando. Tenía la necesidad de hacer algo y este tema es fruto de ello. Por ello, también cedimos los derechos a la iniciativa #YoMeCorono de la Fundación Lucha contra el Sida y Enfermedades Infecciosas.

Este tema corresponde a dar las gracias a todos los sanitarios por salvar tantas vidas. Para mí es una muestra de gratitud hacia la sociedad y, especialmente, hacia aquellas personas que han estado en primera línea de batalla. Las pocas cosas que compongo no las muestro pero esta vez he tenido social y moralmente esa necesidad de hacerlo.

La vida después del confinamiento para el ser humano...

Lo más importante es haber tomado conciencia de que tenemos que cambiar ciertos hábitos en nuestras vidas y tener mucha más conciencia sobre la naturaleza. Debemos hacer hincapié en ello y alzar la voz ante los gobernantes del mundo acerca de la importancia del medio ambiente. Y, por supuesto, con la sanidad. Tenemos que ser empáticos con todo ello.

Miguel Poveda: «Sevilla me da un pellizco en el estómago»
Foto: Ana Palma

La música para ti es... ¿Cómo te ha ayudado durante este periodo?

La música es el canto del alma, del espíritu... de toda la esencia que eres como ser humano. En mi caso, tengo la oportunidad de compartir mi esencia, a través del cante, con la gente que viene a escucharme. Es una gozada poder hablar de sentimientos que todos tenemos. Yo hago música los míos, igual que lo hace tanta gente. Lo bueno de la música es que transmitimos sentimientos comunes. La música es sanadora, se ha demostrado además.

La música me ha ayudado muchísimo. Creo que sin música me hubiera dado cabezazos contra la pared... Por muchas series y películas que vea en Netflix, mi alimento es ella. He disfrutado escuchando varios registros musicales, desde flamenco hasta solos de piano, pasando por música brasilera o salsa cubana. Igual que me he sentido apasionado, me he llenado de calma y paz. También ha habido días que me he levantado un poco más tristón y gracias a la música me he disparado y me he puesto a bailar solo por la casa como un loco, exactamente igual que en las películas jajaja.

¿Qué trasfondo tiene tu último disco?

El trasfondo de mi último disco, ‘El tiempo pasa volando’, después de treinta años en la música es un salto al pasado, a mis inicios. He vuelto a encontrar recuerdos que tenía apagados. Recuerdos que me retrotraen, por ejemplo, cuando era niño y miraba a mi madre con su bata roja bailando en la cocina de mi casa mientras escuchaba a María Jiménez.

En mi barrio, en Badalona, escuchaba a Los Chichos, Los Chunguitos, al Tijerita, a Chiquetete... Todo lo relacionado con el flamenco llegó después. No es un repaso a treinta años de trayectoria musical, sino a todos esos recuerdos que he logrado despertar.

Sevilla te espera el 25 de julio... ¿Ganas de volver a esta ciudad? ¿Qué te transmite?

Sevilla me da un pellizco en el estómago. Primero por la admiración que le he tenido a la ciudad desde que vivía en Badalona. Después porque viví en ella durante casi 14 años. De hecho, sigo teniendo mi casa alquilada aquí. Mi hermana también vive en Sevilla... Los recuerdos aquí pesan mucho. Son muchas las vivencias. Sevilla me ha dado mucho.

También valoro una barbaridad lo exigente que es Sevilla. Todo ello sumado hace que cuando venga a cantar aquí se me haga un pellizco en el estómago. Siento una mezcla entre ganas y respeto, mucho respeto. Es algo muy especial y una ciudad que, indudablemente, llevo en el corazón.

Sevilla en tres palabras...

Arte, respeto y amor.

A Sevilla, previamente al concierto, le dices...

Que no permitamos que la cultura, que es lo que nos salva, muera. No tengamos miedo a asistir a los conciertos porque todo está preparado de otra manera y acondicionado bajo las necesidades y responsabilidades actuales. La única forma de reactivarnos como personas y seres humanos es sostener la cultura y formar parte de ella.