Después de la buena acogida con el que fue recibido durante el pasado Festival de Málaga, el documental 13. Miguel Poveda, una producción de Sarao Films, llega a los cines Nervión Plaza de Sevilla, donde permanecerá durante tres días en cartelera. Su absoluto protagonista, el cantaor Miguel Poveda, lo fue también ayer durante la presentación a los medios. «Es difícil verse a uno mismo, por eso quizá lo que más me gusta del documental es que es, ante todo, una historia de superación, de esfuerzo, de valor, y esa es la mayor lección que podemos sacar de él», dijo el músico.
En puertas de la serie de tres conciertos que pondrán al cantaor frente al público que llenará del 18 al 20 de este mes el Auditorio Fibes, Miguel Poveda confesó ayer que su vida ha sido «un reto, un ir contra muchas cosas, derribando muros constantemente». Por eso no es casual que su documental se titule 13. «Nací el 13 de mayo de 1973 a las 13.00 horas, en Barcelona, soy catalán y payo. Y flamenco», sentenció.
«El mundo del arte jondo es extraordinario, maravilloso, pero también es capaz de tornarse hostil en muchas ocasiones. Y si de algo estoy orgulloso es de haberme curtido en peñas y en tablaos, con esta película quiero también decirle a quienes hoy empiezan y quieren llegar a ser alguien que no se amedrenten por nada, que yo no lo hice y aquí estoy», añadió después uno de los artistas flamencos más mediáticos de la actualidad.
Poveda arremetió veladamente contra sus numerosos detractores, y se refirió a sí mismo como un «valiente», en la estela de otros ilustres artistas que le precedieron, «como Morante o Camarón, que se enfrentaron a la crítica por ser libres, por salirse de lo ortodoxo y hacer lo que quisieron». «Porque yo no voy a ser menos cantaor por prestar mi voz a poetas catalanes», dijo después.
Más de cuatro años de trabajo han hecho posible este documental musical, rodado entre Sevilla, Badalona, Barcelona, Madrid, Jerez, La Unión y Argentina. El filme muestra a lo largo de 90 minutos diferentes escenarios vitales del artista y desgrana los momentos más importantes de su trayectoria a través de su voz y de las personas que le han acompañado a lo largo de su vida profesional. «La película guía al espectador por dos historias que se muestran en paralelo: de un lado la propia vida del cantaor, de otro la preparación del concierto que ofreció en la plaza de toros de Las Ventas, un lugar difícil de llenar para un artista flamenco, pero donde consiguió reunir a más de 7.000 personas», explicó el realizador de la cinta, Paco Ortiz.
Este concierto es uno de los ejes narrativos del documental, pues a través de la preparación del mismo vemos a Poveda confrontarse con su pasado y su presente, mostrando un retrato colectivo de la figura del artista, un cantaor que nació en Badalona y que ganó la Lámpara Minera a los 20 años, sin tener ninguna tradición flamenca en su familia.