neiaD, el más difícil todavía

La banda sevillana se aupó a lo más alto de MySpace. Ahora, este grupo a contracorriente prepara dos discos mientras hace las maletas

31 jul 2015 / 18:32 h - Actualizado: 31 jul 2015 / 18:32 h.
"Música"
  • El bajista y cantante de neiaD, Alberto G. Núñez, retratado hace unos días en Sevilla. / Inma Flores
    El bajista y cantante de neiaD, Alberto G. Núñez, retratado hace unos días en Sevilla. / Inma Flores

Hay aventuras difíciles, y otras que, de partida, parecen prácticamente imposibles. El fundador de la banda neiaD –él prefiere hablar de ella en términos de «concepto»–, Alberto G. Núñez, tras cinco años dándole forma, sigue creyendo firmemente en la potencialidad de un grupo, nacido en Sevilla, que hace de la palabra «experimental» su carta de presentación.

Piezas (algunas) instrumentales que acercan el grupo al ámbito del jazz y del post-rock, herencia de The Velvet Underground y The Doors, pero también de Erik Satie y del padre de todas las vanguardias, John Cage. A su creador le obsesiona la búsqueda de la «voz propia». Y en ello está. Por eso sus temas se llaman dcY, njK o azOx. Pero, más importante, por eso la música de neiaD –«palabra inventada que parece estar al revés y suena a deidad»– no se parece a ninguna otra.

«Cuando el boom de la plataforma MySpace nos aupamos a lo más alto de la lista española, también calamos en Europa y Latinoamérica. Grabamos un disco [neiaD, en Antártida Records] y en el momento en que el proyecto parecía asentarse llegó la crisis y lo barrió todo, el entorno se volvió hostil», reconoce el músico. Por eso ahora hace las maletas y pone tierra de por medio. Le espera un baño cosmopolita en Londres, otros dos músicos –uno argentino, Maz Iannone; otro catalán, Veliz– y la firme militancia de hacer del grupo «una plataforma donde desarrollarnos, y no sólo en el ámbito de la música», desliza con ambición.

«Esto no es un hobby, no conozco a ningún pintor que ponga a su creatividad fecha de caducidad, yo me veo componiendo hasta en la vejez», opina. Por eso se marcha con dos discos en la recámara: Drea y Daien, este último «banda sonora de un largometraje experimental».

Futuro es uno de los términos que más emplea Núñez. Él cree firmemente que neiaD lo tiene, pese a liderar una formación a contracorriente que habla de sí misma «en términos estéticos y existenciales». «Hay un exceso de ruido en el panorama musical actual, nosotros proponemos una apuesta más reflexiva, pero hemos de encontrar a gente dispuesta a escucharnos». ¿Pero, a qué suena todo esto? Tocado por la capacidad sinestésica de ilustres genios del siglo XX como el pintor Wassily Kandinsky o el compositor Olivier Messiaen, el cantante dice que su música «es de un color que no se encuentra en el panorama internacional» Y él y los suyos tienen la patente exclusiva.

«Creí que algo así podría funcionar en Sevilla, en España, pequé de ingenuidad, aquí no se valora ni el talento ni mucho menos la originalidad», opina. La misma que les lleva en sus letras a «deconstruir» los temas que abordan, a convertir en abstracto lo concreto. Difícil hablar de ellos, todo lo contrario resulta escucharlos.

Su último videoclip, azOx, ponía música a un poema de la abogada y experta en ética animal, Ana María Aboglio. «Con la banda quiero desarrollar un proyecto específico para hablar del fin de la esclavitud animal, una meta que está muy por encima de nosotros y a la que dedicamos una parte importante de nuestros esfuerzos como músicos», dice Alberto G. Núñez. «Estamos convencidos de que ningun tipo de violencia ejercida sobre un ser inocente puede estar justificada», considera. Por eso y por su defensa del veganismo, se les considera también una banda animalista. Pero no solo.