«El mayor mito de la historia del cine es la originalidad»

El veterano cineasta italiano Paolo Taviani ha presentado en el SEFF ‘Una cuestión privada’

10 nov 2017 / 15:19 h - Actualizado: 10 nov 2017 / 22:58 h.
"Cine","Festival de Cine Europeo de Sevilla","Festival de Cine Europeo 2017"
  • El director de cine Paolo Taviani conversa con el responsable del SEFF, José Luis Cienfuegos. / Jesús Barrera
    El director de cine Paolo Taviani conversa con el responsable del SEFF, José Luis Cienfuegos. / Jesús Barrera

Vittorio (1929) y Paolo Taviani (1931) son historia viva del cine italiano. Por eso el Festival de Cine Europeo (SEFF) ha querido convocarlos en Sevilla para entregarles el Giraldillo de Honor con motivo de la presentación de su nueva película Una questione privada (Una cuestión privada). «Son varias ya las generaciones de cinéfilos que hemos crecido marcados por su cine», dijo el director del certamen, José Luis Cienfuegos.

Directores de títulos como Padre Padrone (1977), Buenos días, Babilonia (1987) y César debe morir (2012), Paolo Taviani –sin la presencia de su hermano, excusado por motivos de salud– defendió ayer la «mirada al pasado» de un cine que ha renunciado a la originalidad porque «esta es un mito, no existe, nunca se inventa nada. Los creadores intentamos toda nuestra vida hacer algo distinto pero, en el fondo, siempre estamos dando vueltas sobre asuntos universales». En Una cuestión privada dos hombres, una mujer, una borrasca sentimental, la Segunda Guerra Mundial, el paisaje del Piamonte italiano y el romanticismo son los ingredientes que impregnan una película de costuras clásicas, tradicionales, basada en la novela original de Beppe Fenoglio, publicada en 1963.

No obstante, Taviani aseguró no renunciar a hacer aun una mejor película que todas las anteriores. «Giuseppe Verdi compuso con 84 años Falstaff, que es una ópera brillante y descubrió una manera diferente de hacer música», puso de ejemplo. «Mientras el físico me aguante seguiré haciendo películas porque el plató es mi ambiente natural, no sabría que hacer si dejo de rodar. Ya he leído mucho y he visto infinidad de películas, me aburriría», expresó.

Enclavado en una generación primorosa de realizadores italianos (la de Bertolucci, Scola y Ferreri), los hermanos Taviani partieron del neorrealismo (Fellini, Visconti) para hacer otra cosa. O al menos intentarlo. «Hay tres grandes momentos en la cultura italiana; el Renacimiento, la época del melodrama (de Monteverdi a Verdi) y el cine de la posguerra; nosotros decidimos ir en su contra pero respetándolo, no como en Francia, que los directores de la Nouvelle Vague fueron mucho más radicales con sus antecesores», reflexionó.

Ajeno al cine de cariz más experimental y arriesgado que a menudo se ve en el circuito de los festivales de cine –y el SEFF es un ejemplo de ello–, Paolo Taviani reconoció sentirse fascinado por los filmes de Xavier Dolan (1989): «Me parecen películas extraordinarias, cuando las veo siento que me gustaría hacer algo así pero luego me pongo a pensar y no, a nosotros no nos salen. Vamos por otro camino».

«NOS GUSTARÍA HACER LA SERIE ‘EL CORSARIO NEGRO’»

«Los jóvenes de hoy tienen más suerte porque hoy rodar es más barato, a nosotros nos costaba mucho dinero hacer cine y apenas había formas de hacer efectos especiales», dijo ayer Paolo Taviani. Preguntado por el mundo de las series, el director recordó con especial nostalgia cómo, cuando era niño, su padre le leía a él y a su hermano, Vittorio, las historias de El Corsario Negro, de Emilio Salgari. «Definitivamente me gustaría hacer una serie y que los galeones se hicieran digitalmente. Pero no sé si tendría fuerzas más allá del primer capítulo».