Papicha, sueños de libertad: Mounia Meddour construye la imagen, la idea y los fundamentos de una mujer feminista. (***)

08 ago 2020 / 13:36 h - Actualizado: 08 ago 2020 / 13:39 h.
"Cine"
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En la Argelia de mediados de los años noventa se vive una guerra civil y los hombres aprovechan la situación para imponer y amplificar los derechos que sobre la mujer que les atribuye el patriarcado. Al trato denigrante se une el abuso, el acoso y la imposición. También hay que quedarse en casa y usar la hiyad.

Nedjma, de 18 años, una chica de 18 años se niega a someterse a las reglas y prohibiciones del extremismo islámico. Junto a sus amigas decide luchar por su autonomía e independencia organizando con sus amigas un desfile de moda en la residencia de estudiantes en la que vive.

Las religiones han perpetuado una imagen de la mujer y del hombre distintos, con roles diferentes. Imagen que ya es esencia de la sociedad. Poder, dominio, fuerza, autonomía e independencia son características asignadas a los hombres. A las mujeres les corresponde ser sensibles, tiernas, bellas además de débiles y pasivas. Madres y esposas son papeles reservados en exclusividad a la mujer.

La herencia cultural del concepto unificado maternidad-mujer, ha venido de la mano de las religiones monoteístas con mayor poder a lo largo de la historia. Tanto la religión judía, como la cristiana y la musulmana han promulgado la maternidad como el papel de fundamental de la mujer, sacralizando este rol en oposición al de la sexualidad por placer y sin objeto de procrear. El fundamentalismo islámico ha ido más allá, al prescribir además el comportamiento de las mujeres, su apariencia externa y sus relaciones sociales.

Los avances en los ámbitos religiosos no han ido paralelos a los de los cambios políticos, se da la paradoja que las religiones han seguido y siguen imponiendo sus doctrinas. Las teorías de secularización que colocaron a la religión en la periferia del ámbito socio-político, dando lugar a la dicotomía político-secular, hoy se deben repensar. Actores y discursos religiosos, no solo han sobrevivido a la modernidad y globalización, sino que parecen haber reforzado su presencia e influencia frente a la crisis de los sistemas políticos. La porosidad de la religión en la cultura, legislación y sociedad en general, nos obliga a reconsiderar las maneras más complejas de lo religioso.

La directora franco-argelina Mounia Meddour, en esta su primera película, retrata con sutil maestría la perversa pervivencia de la religión musulmana y sus radicalismos en la cultura argelina. Al parecer aún muy presente hoy día. El personaje de la joven Nedjman es el espejo del sufrimiento, de la lucha y de la victoria. Porque Nedjma sufre, pero también vive y actúa defendiendo sus derechos. Decide, se viste como quiere, se relaciona de tú a tú con los hombres, sale a la hora que le interesa, se divierte cuando quiere y con quien quiere, disfruta con lo que hace y se rebela ante el dolor, la opresión y las injusticias. En ella las telas - sus colores-, y los vestidos- sus diseños-, se alían para romper lo convencional, lo normal y sobre todo, los valores y principios del patriarcado. Pero quizá lo más interesante es que siendo tan joven construye la imagen- también la idea y los fundamentos- de una mujer nueva, audaz y valiente que no renuncia a sus raíces y a sus sueños de vivir libre. Al fin una protagonista mujer profundamente feminista.

Papicha, sueños de libertad ***

Francia, Argelia, Bélgica, Qatar 2019 108 min.

Dirección Mounia Meddour Intérpretes Lyna Khoufri, Shirine Boutella, Marwan Zeghbid, Amira Hilda Douaouda, Yasin Houicha, Zahra Manel Doumandji, Aida Ghechoud, Nadia Kaci, Meriem Medjkrane.

Drama