Si pasamos una encuesta a niños y niñas de los últimos cursos de primaria y primeros de educación secundaria en la que le preguntamos que quieren ser de mayores, que quieren tener de profesión, nos encontraremos con estos resultados; ellos quieren ser futbolistas, policías o bomberos y ellas maestras, enfermeras o guías turísticas. Viene siendo lo habitual y es que el sistema capitalista ha ido identificando las profesiones y determinando las que son de hombres y las de mujeres. Tiene que ver con la asignación de roles en la que la mujer queda relegada a la esfera reproductiva o del cuidado mientras que el hombre es el que se dedica a la producción de medios de vida. La expresión económica del patriarcado queda establecida al implantar culturalmente la superioridad de lo masculino sobre lo femenino.
La directora francesa Alice Winocour, reconocida por coescribir el guión de la premiada Mustag (2015), junto a la realizadora Deniz Gamze Ergüven, se atreve a bucear con Máxima en el laberinto de la profesión de astronauta en el que el personaje principal es una mujer. Para ello acompaña a Sarah la protagonista, en su preparación en la Agencia Espacial Europea para realizar un viaje a Marte. Seleccionada junto a dos varones, la película se centra en la reconstrucción de los entrenamientos con sus compañeros y su adaptación a un oficio de reconocido ideario machista y estructura patriarcal. Hasta aquí la película funciona y acierta como un instrumento de denuncia cuando trata de evidenciar una discriminación que nada tiene que ver con las capacidades o el talento, sino con la dinámica impuesta por los tradicionales cánones de una profesión. Fracasa en el planteamiento, desarrollo y resolución con la relación que mantiene con su hija pequeña de siete años. Winocour, directora y también guionista, trampea hasta lo inverosímil el proceso de la separación, un largo año, en el que la culpabilidad está presente en todo momento. No consigue un equilibrio entre el progreso técnico que durante el periodo formativo la hace merecedora del puesto, y el emocional, escorado y descontrolado en el plano afectivo. Vemos que no ocurre lo mismo con sus compañeros hombres. La mujer podrá viajar a Marte, ella que ha competido de tú a tú con aguerridos varones y ha salido airosa y contradecirse y perder autoridad cuando muestra su incapacidad a la hora de educar y reconducir sus sentimientos.
Próxima *
Francia, Alemania 2019 107m.
Dirección Alice Winocour Intérpretes Eva Green, Zélie Boulant, Matt Dillon, Aleksey Fateev, Lars Eidinger, Sandra Hüller, Trond-Erik Vassal, Nancy Tate.
Drama