Quisiera que alguien me esperara en algún lugar (***)

Una película rodada con cariño, sin estridencias y con un solvente grupo actoral

15 ago 2020 / 12:45 h - Actualizado: 15 ago 2020 / 12:48 h.
"Cine"
  • Quisiera que alguien me esperara en algún lugar (***)

El cine conforma un producto cultural que contribuye a la adquisición de conocimientos, provoca el análisis y promueve la reflexión. Su potencial artístico y social es enorme. Otra cosa es que se le conceda la importancia que merece.

Algunas cinematografías contemporáneas son diversas y no sólo invierten en cine de denuncia, espectáculo o de simple entretenimiento. También lo hacen sobre narrativas, géneros, formas y estructuras. Estas tienen en consideración la importancia del cine como herramienta socializadora capaz de transmitir valores, contravalores, estereotipos y modelos de referencia.

Quien lo hace muy bien y son un modelo y referente para el mundo son nuestros vecinos los franceses. Crearon en 1946 el Centre national du cinéma et de l´image animée,CNC, una institución pública adscrita al Ministerio de Cultura para que se ocupara de regular, promover y ayudar a la industria audiovisual del país. Pocos años más tarde, concretamente en 1949, se fundó UniFrance, organización que se encarga de la promoción de las películas francesas fuera de Francia. Esta doble fortaleza, interna y externa, consigue que un importante número de películas extranjeras que se estrenan en España no americanas, sean francesas.

Ahora llega a nuestras pantallas esta Quisiera que alguien me esperara en algún lugar. Producida el año pasado, se trata de un bello y desgarrador relato sobre las interioridades de una familia burguesa compuesta por dos hermanos, dos hermanas y la matriarca. Un trágico suceso agitará sus vidas hasta transformarlas.

Las reuniones en casa de la madre se van a convertir en el punto de encuentro. Allí sabremos que ellos son más prácticos y ellas más artistas. También que ellos más estáticos y previsibles y ellas más dinámicas y virtuosas. Siguen viéndose pero cada cual tiene su vida. Unos viven arrastrando las heridas del tiempo, otras sueñan con cultivarse el futuro. Todo está en orden, posiblemente sea la monotonía de la vida. Hasta que llega la tragedia. Y con ella, el duelo, la añoranza y la necesaria metamorfosis.

Está rodada con cariño, sin estridencias y cuenta con un grupo de actores y actrices solventes.