Danza

Rami Be’er entre la denuncia y la burla

El Teatro de la Maestranza sube a escena Asylum, la última propuesta de la Kibbutz Contemporary Dance, que tuvo que ser suspendida el año pasado por la pandemia (****)

27 abr 2022 / 17:08 h - Actualizado: 27 abr 2022 / 17:48 h.
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El drama de miles de refugiados que se ven impelidos a salir de su país en busca de un lugar seguro, y un nuevo hogar muy difícil de encontrar. Es el punto de partida de esta última propuesta del coreógrafo israelí Rami Be’er al frente de la Kibbutz Contemporary Dance, cuya representación en el Teatro de la Maestranza estaba prevista para el año pasado y tuvo que ser suspendida a causa de la pandemia.

A lo largo de su trayectoria profesional, Rami Be’er se ha distinguido por elaborar un lenguaje multidisciplinar, que combina la danza con los elementos formales, como la iluminación y el espacio escénico. Esta obra es un claro ejemplo.

Con un vestuario en tonos negros y grises, un espacio escénico vacío, una música inquietante y una iluminación que va de lo diáfano a lo íntimo, delimitando espacios acotados, Rami Be’er reproduce un discurso dancístico sobrio, aunque con tintes espectaculares, que lleva a los dieciséis bailarines a una sucesión incesante de pasos, figuras y piruetas que remiten al universo del ballet clásico al principio del espectáculo, aunque no tardan mucho en transgredirlo, con una danza, predominantemente grupal que incorpora toda una gama de gestos grotescos, sobre todo en las piezas corales en las que los bailarines y bailarines simulan ser soldados.

Un número que se repite de vez en cuando, 712213 suena en una voz en off con tono marcial mientras los bailarines salen y entran al escenario. No sabemos qué significa, aunque no es difícil inferir que puede aludir a los números con los que los nazis identificaban a los judíos encarcelados en los campos de exterminio. No en vano el padre de Rami Be’er fue uno de ellos. Pero se trata de un símbolo que no acaba de casar con el tema de los refugiados. Tampoco se entiende muy bien el trasfondo bufonesco del discurso que, de alguna manera, lleva la crítica del belicismo al terreno de la burla.

No obstante, cabe destacar que algunos números consiguen ahondar en el drama de la inmigración, como aquellos en los que los cuerpos de los bailarines parecen fardos tirados en el suelo, o algunos solos y pases a dos, que giran en torno a una suerte de encuentros y desencuentros impregnados de agresividad.

Cabe resaltar también el elevado grado de dominio técnico y expresivo de los bailarines, quienes nos brindaron una ejecución tan brillante que logró emocionarnos a pesar de que la coreografía resulta un tanto fría y reiterativa.

La ficha

Título: Asylum
Lugar: Teatro de la Maestranza, 26 de abril
Compañía: Kibbutz Contemporary Dance
Coreografía, diseño escénico e iluminación
: Rami Be’er
Edición de sonido: Rami Be’er, Alex Claude
Diseño de vestuario: Rami Be’er, Lilach Hatzbani
Intérpretes: May Assor, Léa Bessoudo, Anastasia Cheshun, Megan Doheny, SuJeong Kim, Ilya Nikurov, Dvir Levi, Nicholas Garlo, Nika Lilek, Michal Vach, Luigi Civitarese, Eden Beckerman, Francisco Camarneiro, Orin Zvulun, Francesco Cuoccio, Tamar Bieller
Calificación: 4 estrellas