Robot dreams: gana y emociona por su encanto, por su enorme humanidad (****)
Pablo Berger construye una hermosa y triste película de la que no paran de brotar emociones
José Serrano Rodríguez
En Torremolinos 73 (2003), la carta de presentación del director bilbaíno Pablo Berger, se nos contaba con desparpajo y un toque de socarronería, la transformación que vivía una joven pareja de la España gris de la época, tras amoldarse a los vientos de libertad que soplaban en el incipiente desarrollo turístico del momento. Blancanieves (2012), su segunda película, era un extraño cuento gótico, rodado en blanco y negro y sin diálogos, que ponía pata arriba los pilares del ABC, el casticismo de una España monárquica, rancia y tradicional . Arriesgada en sus formas y llena de insolencias en su contenido, obtuvo 10 premios Goya y numerosos reconocimientos nacionales e internacionales. En su tercer largometraje hasta ahora, Abracadabra (2017), indagaba con cierta sorna en la idiosincrasia del arcaico costumbrismo patrio comparando ritos y fiestas de los ochenta con los actuales. Demostraba que el tiempo había pasado pero que las cosas y los principios arcaicos del ABC seguían intactos.
Ahora, para su cuarto trabajo, esta Robot dreams, abandona el tipismo patrio para centrarse en un idealizado Estados Unidos de los años ochenta y desde allí contarnos la reveladora historia de amistad entre un adorable perro llamado Dog con un encantador robot.
En un mundo como el actual en el que las guerras matan a miles de personas, ya sea en Yemen, Ucrania o Gaza, es el mismo que se empeña en banalizar el mal en una gran parte de las películas que se estrenan en los cines. Destrucción y muertes sin sentido aparecen en demasiadas películas. Como muestra, la saga de John Wick, las de The Equalizer, Star Wars, Fast & Furious y todas las de superhéroes de la Marvel.
Otras, como en el caso de las de Disney, son tan insulsas, ñoñas o conservadoras y tradicionales que antes de nacer, salvo alguna excepción, ya nacen viejas.
Por eso es de agradecer que a través de una emotiva, colorista y vital película de animación se nos hable con tanta ternura y delicadeza de soledad, de amistad, de pérdida y de superación. Gracias al simpático y solitario Dog y la relación que establece con robot sabemos que la vida es más divertida, más agradable. Que podemos disfrutar de un paseo en el parque, un helado o de un buen chapuzón en la playa. Nos ayuda a congratularnos con esas pequeñas cosas que nos hacen sentir vivos. También nos hace entristecer y sufrir con la pérdida y como no, con la constante búsqueda de la felicidad. La vida misma.
A la película no le hace falta ni una gota de diálogo, ni grandes escenas de acción, ni persecuciones. Todo lo contrario, luminosa y eléctrica es un remanso de paz de la que no paran de brotar emociones. Gana y crece por su sencillez, por su encanto, por su enorme humanidad. Por mostrar la diversidad. Le basta con compartir la complejidad de los sentimientos y como un río, con sus vaivenes y propios contratiempos.
La ficha
Robot dreams ****
España 2023 102 min.
Dirección Pablo Berger
Animación
- El Supremo rechaza el recurso del Ayuntamiento: devuelve a la familia de Ana Rosa la caseta de la Feria de Abril de Sevilla
- Primer día de lluvias en Andalucía: el miércoles hay tres provincias afectadas con precipitaciones según Aemet
- El ingreso mínimo vital ha hecho mucho daño en barrios como Polígono Sur
- La Virgen de Setefilla, la más auténtica de la Magna: 'Que cada uno piense lo que quiera
- Moreno anuncia respuesta de los centros de salud en 72 horas: 'Conseguir una cita con el médico de familia a veces es desesperante
- La ONCE deja un Sueldazo de 240.000 euros en un pueblo de Andalucía y reparte 40.000 euros en Sevilla
- El Gobierno da el primer paso para el AVE que unirá Sevilla y Huelva en 26 minutos
- Así es la Piedad Popular en Sevilla: una Magna sin incidencias y con quejas del público