Música

Rodríguez Rodway: «Defenderé a Triana hasta que muera»

El único miembro original vivo de la legendaria banda se ha erigido en fiero «embajador de su legado»

09 nov 2022 / 04:00 h - Actualizado: 09 nov 2022 / 04:00 h.
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  • El único miembro fundador vivo del grupo Triana, Eduardo Rodríguez Rodway. EFE/ Mariscal
    El único miembro fundador vivo del grupo Triana, Eduardo Rodríguez Rodway. EFE/ Mariscal

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Hace casi 40 años que abandonó completamente sus filas, pero Eduardo Rodríguez Rodway, único miembro original vivo de Triana, se ha erigido en fiero «embajador de su legado», más aún después de su victoria judicial contra lo que llama «una pantomima».

«Defenderé a Triana hasta que me muera, porque para eso lo fundé yo en Madrid junto a Julio de la Rosa hace casi medio siglo», repite en cuatro ocasiones durante su entrevista con EFE, «más contento que unas pascuas» después de que el Tribunal Supremo lo absolviera en julio tras calificar de «usurpadores» (entre otras cosas) a quienes en los últimos años se presentaron con el nombre de su exgrupo.

Para entender en su totalidad esta abrupta historia hay que remontarse a 1974, año en el que Rodríguez Rodway, Juan José Palacios, Tele, y Julio de la Rosa montaron aquella histórica banda que revolucionó el rock en español con su fusión flamenca, sumándose a una rica escena andaluza integrada por otras figuras como Camarón de la Isla, Lole y Manuel, Enrique Morente, Paco de Lucía o Smash.

«El flamenco empezó a cotizarse y a coger su valor cuando apareció ese movimiento. Antes era una cosa vilipendiada, una música de la que echaban mano los señoritos andaluces cuando se iban con sus queridas y, si pagaban algo al artista... Nosotros procuramos levantarlo, porque es nuestra cultura y había que engrandecerlo», señala.

Rodríguez Rodway: «Defenderé a Triana hasta que muera»
El único miembro fundador vivo del grupo Triana, Eduardo Rodríguez Rodway, durante la presentación este martes en el Teatro Nuevo Alcalá, en Madrid, del nuevo espectáculo "Una noche de amor desesperada. Triana". EFE/ Mariscal

A lo que hacía Triana se le llamó «rock andaluz» o «rock con raíces». «Le dio carácter a nuestro país. Defendimos nuestra música con una poesía muy sencilla pero directa al corazón y también formamos parte de aquella escena que enriqueció cultural y políticamente a España», presume de aquel proyecto que empezó vendiendo solo 19 copias de su primer álbum, «El patio» (1975), y que acabó convertido en fenómeno.

En medio de la vorágine, en una parada en un bar de vuelta de un concierto, Jesús de la Rosa les hizo prometer que «si alguno de los tres moría -porque en aquella época las carreteras eran terribles-, Triana desaparecería». «Preguntó que si estábamos de acuerdo y entre caballeros nos dimos un beso y un abrazo», recuerda.

Como si hubiese profetizado su destino, el carismático vocalista de la banda perdió la vida en un accidente de circulación en 1983 tras publicarse seis discos de estudio. Rodríguez Rodway inició entonces su carrera en solitario («No iba a participar de ninguna pantomima», aduce), pero Tele recompuso los huecos y siguió utilizando el alias colectivo tras registrarlo a su nombre.

«El enano salió rana. Mientras estaba vivo, consentí, porque considero que le pertenece un tercio. Lo del registro lo hizo a mi espalda. Nos traicionó a mí y a Julio», dice sobre lo que sintió como «una puñalada que no sangra», pero que le sigue «doliendo» a día de hoy.

Rodríguez Rodway: «Defenderé a Triana hasta que muera»
El único miembro fundador vivo del grupo Triana, Eduardo Rodríguez Rodway (2i), durante la presentación este martes en el Teatro Nuevo Alcalá, en Madrid, del nuevo espectáculo "Una noche de amor desesperada. Triana", acompañado Diego Martín (2d) y Nacho Campillo (d), entre otros. EFE/ Mariscal

En 2002, Tele falleció, y su viuda y sus hijos siguieron gestionando los derechos adquiridos, amparando el surgimiento de una nueva banda que a partir de 2016 se presentó como Triana, sin un solo miembro original ya entre sus filas.

«Esa gente son vendedores de la falsa Andalucía, impostores, desgraciados que se lo quieren llevar por la cara, porque son mercenarios y se enriquecen a costa (de Triana)», insiste Rodríguez Rodway.

Unas declaraciones similares le costaron en el pasado una demanda por vulneración del honor, pero en julio el Supremo consideró que estaban amparadas por la libertad de expresión, máxime cuando provenían del único miembro vivo de la banda, frente «al carácter público que supone publicitarse y presentarse al público como legítimos sucesores del mítico grupo de rock andaluz Triana».

En la actualidad, aguarda que la Audiencia Provincial de Sevilla se pronuncie sobre una demanda que él interpuso a su vez contra los nuevos Triana, a los que reclama 180.000 euros en derechos de autor. «Yo no voy por el dinero, pero si me cae, estupendo, porque me han engañado y han vivido a mi costa y de los dos muertos», afirma.

Rodríguez Rodway sí ha dado su beneplácito a un espectáculo que se presenta estos días bajo el nombre de «Una noche de amor desesperada. Triana», en el que el espíritu del trío es homenajeado por un elenco de diez artistas, con cuatro cantantes entre los que están Nacho Campillo (Tam Tam Go!) y Diego Martín.

«Aquí no se presentan como Triana, es un espectáculo», precisa en primer lugar al trazar las diferencias entre un proyecto y otro. «Lo ha creado Juan Fran Senabre, que lucha por la buena música. Me visitó para proponérmelo y me pareció estupendo para las nuevas generaciones», justifica, para reconocer acto seguido que no ha visto nada del montaje, que empezará en breve sus ensayos.

Elche (Alicante) será la primera ciudad en recibirlo el 27 de enero y les seguirán otras como San Sebastián (29 de enero), Zaragoza (10 de febrero), Madrid (13 de febrero) o Granada (17 de febrero), por citar algunas.

No será la única novedad vinculada a los de «Tu frialdad» que verá la luz próximamente, pues, según revela Rodway, está dando las últimas pinceladas a un libro, «una historia de Triana contada con rigor» que saldrá a principios de 2023 y en la que «cada uno quedará en su sitio».