La Gazapera

Se llama cultura flamenca

Manuel Bohórquez @BohorquezCas /
22 ago 2020 / 08:50 h - Actualizado: 22 ago 2020 / 08:52 h.
"La Gazapera"
  • Silverio Franconetti
    Silverio Franconetti

El otro me decía una artista flamenco importante, a modo de reproche, que hay que dejar tranquilo el pasado y ocuparse de los artistas de hoy. Puede que tenga razón, aunque solo en parte. He combinado perfectamente las dos facetas, la de crítico y la de investigador de ese pasado al que algunos no se quieren asomar mucho. Me contó el cantaor granadino Juan Pinilla que tuvo un día una charla con Enrique Morente, una entrevista, y que al preguntarle por los críticos, el maestro le dijo que esa combinación mía era muy importante. También lo habló conmigo alguna vez, porque le interesaba mucho todo lo que se investigaba sobre Silverio Franconetti, uno de sus personajes históricos favoritos.

Sobre el maestro sevillano no se escribió mucho en su tiempo, cuando vivía (Sevilla, 1831-1889), y, por tanto, había hasta hace años mucho desconocimiento sobre su vida y obra. ¿Se imaginan que los amantes de la literatura no supiéramos nada de Cervantes o Lope de Vega? Para los flamencos, Silverio Franconetti es un poco nuestro Cervantes flamenco, la primera referencia histórica de importancia en el cante jondo. Por tanto es necesario investigar aún más en su vida y la obra que dejó, aunque no grabara discos.

No entiendo que haya jóvenes cantaores que no tengan ningún interés en los pioneros del cante, los nacidos en el XVIII y XIX, porque ellos crearon esta maravilla que hoy nos representa en el mundo. Hace unos meses me visitó un joven guitarrista en casa, con su guitarra, me tocó algunas cosas por soleá y no sabía de quién era una falseta que me hizo. Muchos jóvenes guitarristas creen que todo lo que se toca es de Ricardo, Montoya y Paco de Lucía.

No saben que el Niño Ricardo aprendió mucho de Antonio Moreno, Javier Molina o incluso de Currito el de la Jeroma. Y si nos vamos al cante, ¿se puede entender a Vallejo sin Chacón o a Mairena sin Pastora o Manuel Torres? Antonio el Bailarín fue un innovador, pero él mismo me dijo hace años en Córdoba que había mucho en él de la Macarrona y la Malena. “A veces, la manera de mirar o el movimiento de las manos”, me dijo en Casa Salinas, en la Judería, en 1986.

¿Cómo se puede saber todo esto sin mirar al pasado, sin investigar? Algunos se creen que Israel Galván ha inventado un estilo único, suyo, cuando sin bailar, sentado en una silla, ya ves claramente dónde ha bebido. A veces en fotografías que están en el libro de Fernando el de Triana o en viejos grabados de Doré. Incluso en los pájaros. ¿Qué hubiera sido de Morente sin Varea, Bernardo o Matrona? Pero pocos analistas han hablado de la influencia en él de Manolo Caracol o Marchena.

“Camarón no se parecía a nadie”, dijo un día Paco de Lucía. Sí, si analizamos su estilo de una manera minuciosa, salen sus referencias de una forma clara y adivinamos en seguida a la Perla, al Chaqueta, al Rubio o al de la Carzá. Incluso a artistas más de su edad, como Morente o Pepe de Lucía. Precisamente lo interesante del cante es que un niño que cante hoy está resucitando a cantaores o cantaoras que nacieron hace casi dos siglos: a Silverio, a Tomás el Nitri, a Chacón o a Manuel Torres.

Pero ese niño, que va a ser el cantaor de mañana, necesita información y para eso estamos los que investigamos, para que los jóvenes sepan quiénes fueron el Planeta, la Andonda, la Cuenca, Paco el Barbero, Curro Dulce o la Mejorana. Se llama cultura flamenca.