Sebastian Perlowski marca la diferencia

El director polaco ofreció un todo Johann Strauss hijo de impecable factura, con numerosas sorpresas y una agilidad extrema que no restó elegancia al conjunto

Sebastian Perlowski marca la diferencia

Sebastian Perlowski marca la diferencia / Juan José Roldán

Juan José Roldán

Anoche volvimos a disfrutar de nuestro Concierto de Año Nuevo apenas tres días después de hacerlo con la Filarmónica de Viena bajo la batuta siempre recia y distinguida de Daniel Barenboim, a quien estos días no paran de hacerle reproches sobre su edad, su estado de salud y su extrema seriedad... pero, ¿cuándo no ha tenido el famoso director un semblante serio? Hay quien incluso se atrevió a destacar que tuvo que dirigir infiltrado, como si una infiltración fuera monopolio de gente de avanzada edad o algo sorprendente teniendo en cuenta el exceso de lucha y trabajo desplegado por este insigne director desde hace ya muchas décadas. Lo único destacable de este último concierto de año nuevo de Barenboim fue su extrema delicadeza y calidad para afrontar páginas en su mayoría tan frecuentadas.

En el caso de nuestra Sinfónica nada hacía presagiar, teniendo en cuenta lo desconocido que es Sebastian Perlowski por estas lides, que disfrutaríamos de tan buenos resultados. Este director polaco con desenfadada imagen a lo David Muñoz exhibió un enorme entusiasmo de principio a fin, una atención extrema a cada nota y matiz, controlando al detalle cada familia de instrumentos y extrayendo de la orquesta un máximo rendimiento, y todo ello sin partitura alguna y salpicando de bromas y sorpresas esta primera cita del año con la música de gran formato. En el programa solo obras de Johann Strauss hijo, con piezas infinidad de veces interpretadas como la obertura de El murciélago y su característico vals giratorio, la Polca Pizzicato que compuso junto a su hermano Josef y que tan bien resuelven los maestros y maestras de la orquesta, estas abandonando en su mayoría el negro para atreverse con algo de color en sus atuendos, o los imprescindibles valses del Emperador y de las Rosas del Sur. Así hasta llegar al inevitable Danubio Azul, dirigido con una elegancia y una claridad exquisitas, y la Marcha Radetzky, compuesta por el padre del homenajeado, que el público acompañó con palmas como marca la tradición, aunque esta vez por bloques según indicación del entregadísimo director.

Pero lo verdaderamente destacable fue su destreza en la dirección, el ritmo que imprimió al conjunto, la brillantez de sus formas y la energía electrizante exhibida en todo momento. Un entusiasmo general que contagió a un público que abarrotaba el Maestranza, lo que nos hace reflexionar sobre el éxito de estas propuestas tan populares y mediatizadas, y la fascinación que siguen ejerciendo sobre la población estas evocaciones de lujo monárquico, romanticismo y vasallaje. Vamos, que la gente sigue soñando con príncipes y princesas, bailes de palacio y salones engalanados, algo que deberíamos hacernos revisar. Perlowski supo muy bien traducir este espíritu, sin aspavientos ni salidas de tono, y entre pieza y pieza nos hizo reír con sus ocurrencias, como invitar a una espectadora de primera fila a dirigir la si se quiere interminable coda que justifica el Perpetuum Mobile, o simular la salida del tren mediante una trompetilla en la polca El tren del placer, única pieza que se salió del repertorio habitual. Mucha agilidad y entusiasmo también en las populares polcas Tritsch Tratsch y Entre truenos y relámpagos, con la complicidad jovial y distendida de una percusión en ningún momento excesiva ni estridente. La respuesta de la Sinfónica a toda esta sensación de alegría fue excepcional, y la del público entusiasta. No se puede pedir más.

ROSS ****

Concierto de Año Nuevo de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Sebastian Perlowski, director. Programa: Obertura de Die Fledermaus, Frühlingstimmen, Perpetuum Mobile, Kaiserwalzer, Vergnügungszug Polka, Unter Donner und Blitz, Obertura de Der Zigeunerbaron, Rosen aus dem Süden, Tritsch Tratsch Polka, An der schönen blauen Donau, de Johann Strauss II; Pizzicato Polka, de Johann Strauss II y Josef Strauss. Teatro de la Maestranza, martes 4 de enero de 2022

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