Sila Restauración; un nuevo negocio en plena pandemia

Hablamos con Marina Muñoz Villalta, una joven linense que se ha aventurado a abrir un nuevo negocio en Sevilla en crisis sanitaria y económica

Alex Solano alex_linense /
28 nov 2020 / 13:03 h - Actualizado: 28 nov 2020 / 13:00 h.
"Emprendedores"
  • Marina Muñoz, dueña de Sila Restauración
    Marina Muñoz, dueña de Sila Restauración

Son tiempos difíciles los que corren, son muchas las noticias sobre cierres de establecimientos, y mantener un negocio abierto a día de hoy se está convirtiendo en algo imposible. Pero ¿Qué implica abrir un nuevo negocio en plena pandemia? ¿Es posible? Y, sobre todo, ¿Es rentable? El Correo de Andalucía ha tenido la posibilidad de escuchar el testimonio de una joven restauradora que ha decidido abrir un nuevo negocio en plena crisis sanitaria y económica.

Empecemos hablando de la valiente joven que ha decidido dar este paso. Marina Muñoz Villalta es natural de La Línea de la Concepción (Cádiz), y ha estudiado un Grado en conservación y restauración de bienes culturales por la Universidad de La Laguna (Tenerife). Ahora mismo se encuentra cursando un Máster en Arqueología por la Universidad de Sevilla, el cual compagina con diferentes trabajos e investigaciones en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, al que haremos referencia más adelante.

“Entrar a trabajar justo después de acabar la carrera es algo muy complicado”

Cuando abordamos la decisión de abrir un negocio en plena pandemia, nuestra entrevistada asegura que era algo que llevaba pensando desde hace tiempo, ya que “entrar a trabajar en una Institución Pública justo después de acabar la carrera de Restauración es algo muy complicado, porque estos exigen muchos requisitos, entre ellos doctorados. Por lo tanto, lo más rápido para empezar a trabajar es montar tu propio taller e ir poco a poco”.

Como en toda carrera universitaria, cuando se finaliza se presentan dos opciones; una de ellas es seguir tu formación y enfocarla a la educación, y la otra es tener suerte y comenzar a trabajar de lo que has estudiado, algo que hoy en día se antoja bastante complicado. Por ello, Marina Muñoz decidió que lo mejor sería montárselo ella misma y orientarlo en este caso a la restauración textil “el cual es un ámbito muy abandonado”, afirma.

“Quiero educar a la gente en la necesidad de restaurar los tejidos”

La ambición de esta joven restauradora va más allá del propio oficio de la restauración, puesto que su intención es “aparte de trabajar, quiero educar a la gente en la necesidad de restaurar los tejidos”. Marina Muñoz resalta que es muy importante trabajar sobre la concienciación de los usuarios: “es necesario hacer saber los diferentes proyectos que se han hecho y los procedimientos empleados, al igual que sensibilizar de que no es una simple labor de costura, sino que llevan sobre ellos una disciplina más científica”.

Sila Restauración es el nombre elegido para el nuevo negocio, una denominación que pretende acoger el gran proyecto mencionado up supra, el cual tiene un origen muy curioso: “Tras meses de búsqueda, al no querer utilizar mi nombre para llamar al taller, y tras investigar sobre nombres en otros idiomas, como maoríes, anglosajones e incluso africanos, encontré en un diccionario caló la palabra ‘sila’, que significa virtud, facultad, potencia, ímpetu, porfía”. Es una definición que nuestra entrevistada asegura que son los valores que quiere trasmitir.

Un logo basado en el mundo del toreo

El logo de este taller de restauración también guarda tras de sí una bonita historia, y una estrecha relación con el toreo. Uno de los toreros más emblemáticos de los primeros años del siglo XX fue Joselito El Gallo, y de él viene el logotipo de Sila Restauración: “Realicé en mi Trabajo Fin de Grado sobre un traje de torero de Joselito El Gallo, gracias al Museo Taurino Pepe Cabrera de La Línea, quien me ofreció varias piezas para mi investigación”. Uno de esos trajes tenía un elemento muy característico; unos golpes de flores bordadas en las hombreras, los cuales se adaptaron para dar imagen al taller.

Sila Restauración; un nuevo negocio en plena pandemia
Hombrera del traje de Joselito el Gallo, del cual surgió el logo de Sila Restauración

A nivel económico, montar un negocio, y además en plena pandemia “supone un ahogamiento”, como admite Marina Muñoz. “Debes estar pendiente de subvenciones, toda la documentación de autónomo, y también buscarte un taller y un buen equipamiento, al igual que invertir en materiales, lo que supone un gran desembolso”. Desgraciadamente, esta profesión es bastante poco agradecida, ya que, si todo este esfuerzo sale bien, el éxito está asegurado, pero si por el contrario sale mal... toda esa inversión puede no haber servido para nada.

Sí es cierto que el gremio del arte, y todo lo que a él engloba en nuestra ciudad de Sevilla, está consiguiendo respirar pese a la crisis, ya que hay muchas Hermandades que están optando por adentrarse en proyectos de este tipo ante el largo periodo de tiempo en el que estaremos sin cofradías en las calles. Buena fe de ello la puede dar el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, en el que trabaja nuestra entrevistada.

Por sus manos han pasado los palios de la Hermandad del Buen Fin y recientemente el de la Virgen del Valle

Durante varios meses, Marina Muñoz ha realizado trabajos de práctica en el IAPH. Podemos destacar varias piezas que han pasado por sus manos, como una sarga de Gustavo Bacarisas, el centenario manto de Nuestra Señora de los Dolores de Jaén, el techo de palio de la Virgen de la Palma de la Hermandad del Buen Fin, entre otros muchos. Ahora mismo, se encuentra llevado a cabo el estudio al palio de la Virgen del Valle.

Sila Restauración; un nuevo negocio en plena pandemia
Marina Muñoz junto a sus compañeros y el alcalde de Sevilla en el IAHP

A nivel interno, Sila Restauración intervino una casulla y un alba para la Parroquia de la Magdalena de Sevilla, con motivo de la exposición de la reparación del Coro Alto el pasado mes de octubre. Con motivo de la pandemia, ha habido proyectos que han tenido que dejarse aparcados, como la restauración de unas piezas singulares, también para la Parroquia de la Magdalena. Igualmente, también se estuvo trabajando en la elaboración de un inventario para la Hermandad del Gran Poder de La Línea, en el que se hubiese incluido todo el ajuar de las imágenes Titulares.

“Pese al berenjenal en el que te puedes llegar a encontrar, la satisfacción a posteriori es enorme”

Para concluir esta entrevista, le pedimos a Marina Muñoz que envíe un mensaje a todos aquellos que se encuentren en una situación similar a la suya, pero que no se atreven a dar el paso: “Arriésguense. Pese al berenjenal en el que te puedes llegar a encontrar, la satisfacción a posteriori es enorme. Cuando ves un trabajo terminado después de tanto esfuerzo sientes un orgullo impresionante”.

Este ha sido el testimonio de una valiente y joven restauradora, que en tiempos de crisis ha optado por echarle coraje a la situación y abrir su propio negocio, mientras sigue su formación en nuestra ciudad. ¿Qué sería de este mundo sin la cultura y sin el arte?