Talento y magia para poner en valor a jóvenes y adolescentes

La innovación de las películas ‘Solo somos’ y Si vamos 28, volvemos 28’ radica en que para su construcción se parte de una mirada intergeneracional que evita prejuicios previos

17 nov 2018 / 12:25 h - Actualizado: 17 nov 2018 / 12:33 h.
"Cultura","Festival de Cine Europeo de Sevilla"
  • Talento y magia para poner en valor a jóvenes y adolescentes

Solo somos (****)

España 2018 90 min.

Dirección Jonás Trueba

Docudrama. Special Screening

Si vamos 28, volvemos 28 (****)

España 2018 80 min.

Dirección Jonás Trueba

Docudrama. Special Screening

La experiencia de cine inmersivo tiene un corto recorrido en España. La primera se produjo en Madrid en el año 2016 con la película de Brian de Palma Los intocables de Eliot Ness (1987), la segunda fue el pasado mes de marzo con Los Cazafantasmas (1984) de Ivan Reitman. La más reciente tuvo lugar en la Cineteca del Matadero de Madrid en el mes de junio con el proyecto Quien lo impide, una idea del realizador madrileño, autor de La Reconquista (2016) Jonás Trueba.

Quien lo impide está formado por cuatro piezas, por cuatro películas. Todas en su conjunto forman parte de una investigación sobre el complejo e incomprendido mundo de la adolescencia a la vez que frescas, originales. Sus resultados quedan lejos de la impostura de las televisivas Skam o Élite, y temáticamente están más próximas a la subversiva e irreverente Merlí con las que coincide en su agitador y estimulante resultado.

De las cuatro piezas el Festival de Sevilla ha programado dos de ellas: Solo somos y Si vamos 28, volvemos 28.

La innovación de ambas radica en que para su construcción se parte de una mirada intergeneracional que evita prejuicios previos. En ambas el protagonismo lo tienen los y las propias jóvenes con sus problemáticas. Sus deseos y miedos los conocemos a través de sus conversaciones, sabemos qué les preocupa porque hablan de política, de feminismo, de religión o de sexo, de aquellos temas que preocupan a todo el mundo. También se divierten, se exceden, se equivocan, se ilusionan y aprenden. Nos dejamos arrastrar, emocionar y sorprender por sus aventuras y desventuras Formalmente, el talento del realizador roza la magia pues consigue de forma imperceptible diluir las fronteras entre el documental y la ficción. Sus méritos van más allá de su valor antropológico, consigue visibilizar y darle el mérito que se merecen las personas de un colectivo tradicionalmente silenciado e ignorado.