La patria chica de Juan Peña El Lebrijano, de cuya muerte se acaba de cumplir un lustro en plena celebración de la Caracolá, inauguró ayer, por fin, su Centro del Flamenco, un espacio destinado a la protección y divulgación del cante jondo, fuertemente arraigado en Lebrija gracias a la destacada presencia de familias flamencas, en su mayoría gitanas. El centro, que fue inaugurado ayer por el propio alcalde, Pepe Barroso (PSOE), y el presidente de la Diputación de Sevilla, el también socialista Fernando Rodríguez Villalobos, está destinado a acercar al visitante al rico patrimonio inmaterial que representa el flamenco en la tierra de los Vargas, los Valencia, los Carrasco o los Soto, entre otras familias gitanas plenamente integradas en este municipio del Bajo Guadalquivir desde hace siglos.
Ubicado en una casa palacio del siglo XVIII en pleno centro histórico, el espacio está distribuido en varias salas dedicadas, respectivamente, a “la geografía del flamenco, “el flamenco como forma de vida” o “de lo popular a lo universal”, amén de otras zonas dedicadas a discografías y bibliografía, producto del trabajo de más de 130 personas, según detalló el propio regidor lebrijano, que agradeció esta participación colectiva.
El nuevo equipamiento cultural está especialmente diseñado para motivar la curiosidad de los visitantes –familias, escolares, entendidos de lo jondo o curiosos- y fomentar el gusto por el conocimiento de una de las manifestaciones culturales y artísticas más arraigadas aquí. Dotado de la más novedosa tecnología, el centro es, además, la nueva sede de la oficina de Turismo, con la finalidad de ofrecer servicio y atención a cuantos visitantes se acercan al pueblo. En este sentido, el espacio está dotado de proyecciones audiovisuales, gafas de realidad virtual y recursos multimedia táctiles que permiten al visitante conocer todas las ofertas patrimoniales de la localidad.
Poner el oído, y la memoria
En su intervención de ayer, Rodríguez Villalobos destacó que el Ayuntamiento lebrijano reivindica así “uno de los atributos que históricamente aporta identidad a Lebrija, el flamenco”. Para el presidente de la Diputación sevillana, el tesoro inabarcable que aportan las principales familias del flamenco lebrijano se resume en “ese poner el oído y saber que está cantando o tocando Lebrija”.
El regidor lebrijano, por su parte, ratificó estas palabras de Villalobos e insistió en que Lebrija “tiene la enorme suerte de sentirse orgullosa de un caudal flamenco infinito que se refleja en este centro de interpretación, en el que se dan cita decenas de referencias a través de incontables hombres y mujeres que se han dedicado al flamenco”, desde profesionales de profusa carrera como Lebrijano, Malena, José Valencia o Dorantes hasta “personas sencillas que no pudieron dedicarse profesionalmente a este arte pero cuyo legado aún vive en las voces de las nuevas generaciones”.