«Un compositor refleja su vida, lo pretenda o no»

Influenciada por las filosofías orientales, ‘De aire y luz’ de María Eugenia Luc, es un disco que sintetiza algunos de los intereses musicales que más han marcado su dilatada trayectoria como músico

27 dic 2015 / 11:32 h - Actualizado: 27 dic 2015 / 11:35 h.
"Música"
  • La compositora María Eugenia Luc, radicada en el País Vasco, defiende su disco monográfico De aire y luz. / El Correo
    La compositora María Eugenia Luc, radicada en el País Vasco, defiende su disco monográfico De aire y luz. / El Correo Ismael G. Cabral

{Desde el cuarteto de saxofones a la orquesta sinfónica, la compositora argentina, radicada en España, María Eugenia Luc, ha querido autorretratarse en el disco De aire y luz, editado por el sello Orpheus, una invitación al oyente para penetrar en el universo sonoro de una creadora influenciada, en este ciclo de piezas, por las filosofías orientales. «Reunir todas las piezas del álbum en un concierto sería imposible, por eso pensé en hacerlo en un cedé», reconoce.

Shen, You, Mian, Jing, Chang son algunos de los títulos de las piezas. «De aire y luz es un ciclo inspirado en el Chi Kung. Chi significa aire, mientras que Kung significa técnica. Así diríamos ‘técnica de la respiración’. El sonido, como el aire, es energía. Y yo interpreto el sonido como aquella energía (Chi) que por medio de distintas técnicas (Kung) se organiza y toma distintos recorridos, que son los de las ocho piezas del disco», dice.

Sin embargo, como aviso a navegantes, la de Luc no es una música pensada, en principio, ni para la meditación ni mucho menos para la evasión. Estamos ante algo conceptualmente complejo. Pero también lleno de sutilezas. «En mi trabajo hay momentos de mucha densidad, pero siempre hay también una gran contención. Me gusta usar los silencios. Y siento una gran afinidad con la obra de Toshio Hosokawa», explica la creadora.

Pese a la abstracción de su música, María Eugenia Luc defiende que sus partituras son un «fiel retrato de ella misma». De su personalidad. «Un compositor refleja su mundo en el trabajo que hace de forma consciente o inconsciente; lo pretenda o no, pero lo hace», asegura. «Cuando en 1997 escribí mi pieza Lur, que significa ‘tierra’, expuse en ella mi militancia ecológica, mi compromiso vital con la naturaleza. Ahora estoy trabajando en una ópera que planteará el problema ante el que está hoy el ser humano, o destruye el mundo o se pone a rehacerlo creando uno nuevo. Se estrenará en 2017», adelanta.

Luc ha trabajado con la gran mayoría de lo conjuntos instrumentales especializados españoles. Entre ellos el grupo sevillano Taller Sonoro, para quienes escribió Huan. «Cuando compongo para formaciones con experiencia en música de hoy mi escritura toma una deriva diferente a si lo hago para orquesta sinfónica o para músicos no habituados al lenguaje contemporáneo», explica. Y con ello entronca con otra de sus inquietudes, la creación de obras para nuevos músicos, para intérpretes en formación. «Tenemos que editar obras para los jóvenes, y hay un pequeño movimiento en ese sentido, no podemos esperar a que los músicos se formen para ponerles de repente una obra actual en sus manos, hay que ir haciéndolo paulatinamente», dirá.

De aire y luz, que se ha editado en formato físico y puede escucharse en Spotify, propone un orden de escucha prefijado por Luc. «Todas ellas forman una macrosimetría, como una especie de caleidoscopio», sugiere. Pero también ve interesante oírlas de otra forma, creando nuevas combinaciones, «propiciando otro tipo de simetrías». El objetivo es, sin dobleces, gustar. Luc ha sido «honesta» en la redacción de su música. No escribe ni para seducir ni para provocar. Pero a la postre, «a todos absolutamente, a los compositores y a los carpinteros, nos agrada que nuestro trabajo sea apreciado». ~