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La exposición Reflejos de Murillo se presentó ayer en el Ayuntamiento de Sevilla con numerosa presencia de artistas. / Fotos: Manuel Gómez -
Ambiente de la presentación de la muestra al público.
No cabía un alfiler en la inauguración que tuvo lugar ayer en el Ayuntamiento de Sevilla. Tan concurrido fue el acto, que más de uno se preguntó si no había más gente que la que suele frecuentar los originales de Murillo en el Museo de Bellas Artes. Sea como fuere, la avidez del público venía justificada por lo atractivo de la propuesta: Reflejos de Murillo, título de la exposición que permanecerá abierta al público en la planta baja del consistorio hasta el próximo 26 de enero, reúne la mirada de 18 artistas de la ciudad –pintores, cartelistas, escultores, diseñadores de portadas de Feria y Corpus– en torno al genio, de cuyo nacimiento se cumplen 400 años.
«Murillo es el pintor de Sevilla», aseveró el comisario de la muestra, Juan Antonio Huguet Pretel. «Sevilla ha dado a luz por supuesto a muchos pintores, pero es Murillo el que sentimos más cerca, como de nuestra propia familia», dijo.
«Para mí esta exposición ha sido un regalo. Los artistas han aportado muchísimo para hacer de este patio una caja de energía positiva y dar a Murillo el mejor de los homenajes. Murillo no necesita nada, claro, él está ahí arriba y nadie va a venir a tocarle ahora las palmas, és él quien nos bendice con su obra. Pero cada una de las piezas que reunimos aquí es una especie de arrebato personal donde todos han puesto lo mejor que tienen dentro. Nos reunimos para celebrar que Murillo es un vecino de Sevilla, uno más de nosotros».
Los elegidos para la ocasión han sido César Ramírez, Clemente Rivas, Elena Montero, Fernando Vaquero, Francisco Borrás, Irene Dorado, Javier Aguilar, Javier Jiménez Sánchez-Dalp, Jesús Méndez Lastrucci, José Cerezal, Jose Manuel Peña, José Tomás Pérez Indiano, Juan Miguel Martin Mena, Luis Rizo, Miguel Caiceo, Nuria Barrera, Pepillo Gutiérrez Aragón y Raúl Rodríguez Fernández.
«Hoy se hace realidad un sueño que se gestó hace un año en la plaza del Museo», comentaron los artistas a través de su portavoz, Fernando Vaquero. «Desde el primer momento y hasta el final, el comisario nos ha ayudado para que el resultado sea el que es. Aquí hay ganas, ilusión y mucho trabajo, con el único objetivo de que Sevilla disfrute y reconozca que hace 400 años una persona llamada Bartolomé esteban murillo pisaba esta bendita tierra».
Otro pintor invitado, Luis Rizo, mostraba su reinterpretación de una Inmaculada de Murillo tomando como modelo a su sobrina Marta, de 22 años. «No pretendo copiar, sino hacer algo actual a partir de temas que Murillo pintaba con toda la gracia del mundo. Se trata de que una persona de hoy mire con los ojos del siglo XVI y XVII. Queremos que se ponga a Murillo en su verdadero pedestal, porque él tenía la gracia que le falta a muchos pintores. Está en las latas antiguas de membrillo, en las estampas, en los almanaques que siempre ha habido por casa. Ha estado tan presente que nos parece alguien próximo, tan cercano que no le hemos dado la importancia que tiene», apostilla.