Al término de la Guerra Civil española, muchas mujeres fueron encarcelados por sus ideas políticas, o simplemente por ser las “hijas de” o “las mujeres de”. Es lo que retrata esta obra, un drama social tan interesante como comprometido y conveniente que supone un hermoso alegato a todas esas mujeres cuyas vidas quedaron cercenadas a causa del ominoso “alzamiento nacional”.
La dramaturgia parte de un texto de una escritora mallorquina, Margalida Capellà, y recoge una serie de historias protagonizadas por mujeres durante los años que siguieron a la Guerra. Mujeres activistas que se significaron como feministas durante la República, como la que protagoniza la primera historia, una intelectual que se empeñó en fundar una biblioteca en el pueblo mallorquín que la vio nacer, donde volvió tras unos años de exilio. Pero otras, solo fueron mujeres cuyos padres o hermanos fueron asesinados a manos del Régimen, siendo ellas todavía unas niñas, o jóvenes encarceladas, torturadas y condenadas a muerte con la finalidad de que denunciaran a sus novios.
Todas sus historias van desgranando la crueldad que ejerció el Régimen franquista durante la posguerra, así como la responsabilidad directa de la Iglesia y las clases dirigentes en las ejecuciones y los encarcelamientos con los que se pretendió aniquilar todo lo que tuviera que ver con la República. Porque fueron las clases más bajas, y dentro de ellas las mujeres, las que más sufrieron las consecuencias del triunfo de esa maldita dictadura que durante más de cuarenta años tuvimos que vivir en nuestro país. Algo de lo que, por desgracia, nuestros jóvenes no tienen ninguna referencia. De ahí que obras como estas resulten sumamente convenientes.
La puesta en escena de Pere Fullana se decanta por un espacio escénico y un vestuario funcional que remite a la época de la posguerra, así como un tratamiento naturalista de la interpretación. Aunque en ese sentido cabe destacar que cada una de las historias reproducen una estructura diferente que obliga a las tres actrices a cambiar continuamente de registro, abordando diferentes papeles incluso dentro de la misma historia. Así, tanto Catalina Florit, como Marina Nicolau e Irene Soler demuestran auténtico dominio y versatilidad aunque, tal vez por tratarse de un texto largo y denso en algunos momentos, algunos personajes se quedan en un plano un tanto superficial.
Obra: Luz Quebrada
Lugar: TNT/FeSt. 28 de noviembre
Compañía: Iguana Teatre
Dramaturgia: Aina Salom y Carme Planells (a partir de Mujeres republicanas. Memoria de la Guerra civil en Mallorca, de Margalida Capellà);
Dirección: Pere Fullana
Intérpretes: Catalina Florit, Marina Nicolau e Irene Soler
Calificación: ***