Danza

Un hermoso y valiente homenaje a la resistencia

La coreógrafa belga Anne Teresa De Keersmaeker estrena este fin de semana en el Teatro Central su última propuesta, un hermoso y valiente homenaje a la resistencia(****)

20 mar 2022 / 13:40 h - Actualizado: 20 mar 2022 / 14:58 h.
"Danza"
  • Imagen de Mistery Sonatas. / Anne Van Aerschot
    Imagen de Mistery Sonatas. / Anne Van Aerschot

TAGS:

Por fortuna para los sevillanos, la coreógrafa belga Anne Teresa De Keersmaeker es una de las habituales en la programación del Teatro Central. Todavía temblamos al recordar su solo de danza interpretando las ‘variaciones goldberg’ junto al pianista Pavel Kolesnikov, que trajo a este teatro en plena pandemia. En esta ocasión ha elegido también este mismo escenario para estrenar en España su última propuesta, Mystery sonatas / for Rosa, un espectáculo para seis bailarines que supone un hermoso y valiente homenaje a la resistencia.

Uno de los rasgos característicos de Anne Teresa De Keersmaeker es el papel relevante de la música en sus propuestas. Para ella la danza debe indagar en los mecanismos de la composición hasta ser capaz de reproducir con el cuerpo la magia de las notas. Para ello, la coreógrafa ha trabajado con diversos géneros musicales. En esta ocasión ha elegido la música barroca de las Mystery Sonatas de Franz Biber, una suerte de traducción musical sobre los Sagrados Misterios de la vida de la Virgen María, concebidos para ayudar a recitar el rosario.

Aquí la música sirve a un propósito nada religioso, aunque no por ello menos elevado, ya que Anne Teresa De Keersmaeker se sirve de ella para llevar a cabo un singular homenaje a cinco grandes mujeres llamadas Rosa: la pintora y escultora francesa Rosa Bonheur, la economista Rosa Luxemburgo la activista negra Rosa Parks, su profesora de latín, Rosa Vergaelen, o la quinceañera activista por el clima que murió en Marcourt durante las inundaciones de julio de 2021. No en vano la rosa es un símbolo de belleza, pero también de resistencia.

Un hermoso y valiente homenaje a la resistencia
Imagen de la obra. / Anne Van Aerschot

De esa manera, se puede decir que la obra cumple con el espíritu trasgresor de la danza contemporánea. Sin embargo, lo que nos provoca es el placer del reconocimiento. Y es que, a lo largo de su trayectoria la coreógrafa belga ha definido un estilo propio, marcado por la circularidad y la geometría de las líneas y las espirales, una coreografía espacial que va de la verticalidad de los saltos al choque de los cuerpos con el suelo, de la amplitud de las vueltas a un movimiento corporal minimalista, casi estático, que juega con el espacio, convirtiendo en líneas y espirales los cuerpos de los seis bailarines, que una y otra vez llevan la danza a la mínima expresión, hasta simplemente caminar por el escenario, algo que, por cierto, en este espectáculo se repite con ahínco en los números corales, tal vez demasiado.

Los Misterios de las Sonatas están divididos en tres partes: cinco sonatas gozosas, cinco dolorosas y cinco gloriosas. Siguiendo ese patrón la coreografía adjudica los números corales a las sonatas gozosas y gloriosas, mientras que para las dolorosas se decanta por una sucesión de cinco solos. Solo por ver esos solos, en conjunción con la música, ya merece la pena ver el espectáculo. En ellos la danza, siguiendo la narrativa musical, refleja la solemnidad y el corte dramático de la música, aunque a tenor de la entrega de los bailarines se diría que es un dolor gozoso. Un gozo que se hace mucho evidente en los números corales de la última parte, cuando la danza se impregna de los misterios gloriosos. En esta pieza se incorpora una bailarina, además de un bailarín que, vestido con los colores de la bandera ucraniana, introduce un solo que es un auténtico canto a la resistencia.

Cabe destacar el atrevido diseño de iluminación, que recrea un ambiente diáfano aunque íntimo, casi en penumbras por momentos, que contrasta con los destellos de las luces estroboscópicas que salen de un artilugio colgado en el techo para marcar los cambios entre sonata y sonata. Aunque para contraste el de la canción ‘Rous garden’ que se tradujo en español como “Nunca te ofrecí un jardín de rosas”, que sirve para separar los tres grupos de Misterios y dar lugar a un suerte de breve intermedio en el que los músicos del ensemble ‘Gli Incogniti’ afinan sus instrumentos en escena, integrando con naturalidad ese acto en la obra, para acto seguido lucirse con con una interpretación tan virtuosa como precisa que llega a su culmen en la pieza final, el solo de violín de Amandine Beyer.

De la misma manera, cabe resaltar también la labor de los bailarines y bailarinas que componen el elenco, cuya interpretación raya la excelencia. Lástima que la duración resultara un tanto larga. En estos tiempos en los que la dichosa pandemia nos obliga a no quitarnos en ningún momento el molesto tapabocas, es todo un reto estar más de dos horas en el patio de butacas.

La ficha

Obra: Mystery sonatas / for Rosa
Lugar: Teatro Central, 18 de febrero
Compañía: Rosas
Coproducción Concertgebouw (Brugge), De Munt / La Monnaie (Brussel/ Bruxelles), Dance Reflections by Van Cleef&Arpels, Théâtre de la Ville à Paris, Spoleto Festival dei due Mondi
Coreografía: Anne Teresa De Keersmaeker
Música: Mystery Sonatas de Heinrich Ignaz Franz Biber
Intérpretes: (alternando) Cintia Sebõk, Laura Maria Poletti, Mariana Miranda, Sophia Dinkel, Frank Gizycki, Jacob Storer, José Paulo dos Santos, Lav Crnèeviæ, Mamadou Wagué, Rafa Galdino
Dirección musical: Amandine Beyer
Músicos: Gli Incogniti (violín) Amandine Beyer (viola de gamba)Baldomero Barciela Varela (tiorba y guitarra barroca) Ignacio Laguna Navarro (archilaúd) Francesco Romano (clavecín y órgano)
Diseño de escenografía e iluminación: Minna Tiikkainen
Calificación: 4 estrellas