Un siglo de ‘El chico’, la primera estrella infantil de la gran pantalla
Tal día como hoy de 1921 estrenaba Chaplin su primer largometraje, una historia bastante autobiográfica que encumbró al niño Jackie Coogan, a quien arruinaron sus propios padres y que acabó de Tío Fétido en la serie de ‘La familia Adams’ casi medio siglo después
Mucho antes de Joselito, de Marisol y de otras estrellas infantiles que aquí la industria del cine manoseó y abandonó a la deriva para siempre, el gran Charles Chaplin tuvo el acierto de construir un primer personaje de pocos años para su primer largometraje, precisamente The kid (El chico), un melodrama que se estrenó el domingo 6 de febrero de 1921, hace hoy justamente un siglo.
El también director y protagonista de Tiempos modernos (1936) se había adelantado igualmente a otros grandes cómicos de la época como Buster Keaton o Harold Lloyd al construir su personaje más popular, ese vagabundo de buen corazón que en España se conocía como Charlot, pero lo hizo de la mano de un niño de seis años, Jackie Coogan, que ganó con aquella película casi cuatro millones de dólares de la época (unos 40 millones de euros actuales) y que, después de hacerse famoso y de viajar por todo el mundo, y después de haber bautizado incluso a las galletas vascas de Artiach con el apodo de Chiquilín porque así se había bautizado a su vez aquí a su personaje, cumplió la mayoría de edad completamente arruinado porque su propia madre y su padrastro se lo habían robado todo. En 1935, de hecho, Coogan llegó a demandarlos y recibió 126.000 dólares, aunque a raíz de aquello nació en California la llamada Jackie Coogan Law, una ley que empezó a proteger a los niños prodigios para que no fueran explotados.
El resto de la historia de aquel chico que dejó enseguida de serlo, nacido en Los Ángeles en 1914 y fallecido en 1984, sigue siendo triste: Jackie Coogan se casó cuatro veces –una de ellas con la célebre actriz de musicales Betty Grable-, pero su fama se fue diluyendo y solo volvió a la caja tonta para hacer de Tío Fétido en la serie de La familia Adams, en 1964. Desde luego, para entonces, nada le quedaba de candor ni de fortuna y a nadie se le habría ocurrido pensar que aquel pirómano masoquista tuviera nada que ver con El chico que tanta relación había tenido con el propio Chaplin cuando era chico...
Una película autobiográfica
Porque lo cierto es que aquel chico que protagonizó el primer largo de Chaplin se parecía bastante al chico que fue él. También Chaplin había sido separado de su propia madre y se vio obligado a trabajar en espectáculos ambulantes para poder sobrevivir. Y ese es el argumento -y hasta el decorado- de aquella película que funcionaba sin saberlo de entrada a los felices años 20. El chico cuenta cómo el vagabundo Charlot se ve obligado a adoptar a un bebé abandonado primero en el coche de una pareja de ricachones y luego en su pobre barrio marginal. Charlot no tardará en cogerle cariño y enseñarle algunas de las técnicas de supervivencia callejera, como romper cristales para que él los arregle luego. El mito de la gotera del cura a lo americano. La pareja forma un buen equipo hasta que un mal día el chico enferma y los servicios sociales quieren arrebatarle la custodia al vagabundo.
Chaplin atravesaba entonces uno de los momentos más duros de su vida porque se acababa de divorciar de Mildred Harris y acababa de morir su bebé, que había nacido prematuro. Para colmo, había fundado la United Artist para controlar sus propias películas, pero tenía muchos problemas de financiación. De modo que menos mal que El chico funcionó y se convirtió en un éxito sin precedentes a nivel internacional.
Un siglo después, El chico vuelve a la gran pantalla en una versión restaurada en 4K que resalta más aún la calidad de la cinta, todo un referente de la cultura de masas. Distribuidoras como A Contracorriente Films, entre otras, se han empeñado en volver a ofrecer estos grandes clásicos en pantalla grande y El chico se estrenó ayer en hasta 89 salas de toda España.