Una alineación planetaria visible por primera vez en ocho siglos

La conjunción de los dos gigantes gaseosos será tan precisa que, más que dos planetas, lo que debe buscar en el cielo el interesado en participar en este fenómeno es una gran estrella

Julio Mármol julmarand /
21 dic 2020 / 04:00 h - Actualizado: 21 dic 2020 / 04:00 h.
"Astronomía"
  • Una alineación planetaria visible por primera vez en ocho siglos

En la noche de hoy, Júpiter y Saturno se reunirán en el cielo. A apenas 800 millones de kilómetros el uno del otro, los planetas más grandes del Sistema Solar protagonizarán una conjunción que, en estos términos, no se repetía desde la Edad Media. Aunque cada veinte años se produce lo que ha venido a llamarse la Gran Conjunción, la posición de la Tierra es la culpable de que la alineación entre ellos sea más o menos perfecta. Y la de esta noche lo es casi en su totalidad.

Coincidiendo con el solsticio de invierno, la conjunción de los dos gigantes gaseosos será tan precisa que, más que dos planetas, lo que debe buscar en el cielo el interesado en participar en este fenómeno es una gran estrella. El brillo cegador de Júpiter, sumado al mate de Saturno, podrá ser contemplado desde antes del anochecer. A partir de las siete de la tarde, si uno mira hacia al sudoeste buscando una zona de cielo despejada, podrá apreciar el resplandor creciente de esta alineación de planetas que no volverá a repetirse hasta 2080.

A pesar de que la Gran Conjunción se formó, de manera similar a la actual, el 15 de abril de 1623, ese día no fue visible debido a que los grados de proximidad que guardaba con el sol eran excesivos, con lo que el brillo de este hizo que, desde la Tierra, no pudiera apreciarse. Por tanto, para encontrar una Gran Conjunción visible, debemos remontarnos al 4 de marzo de 1223. Alfonso X el Sabio acababa de cumplir, para entonces, dos años y quedaban seis décadas para que se inventasen las gafas.

La excepcionalidad de este fenómeno, sumada a la excepcionalidad imperante en 2020, ha dado lugar a teorías que relacionan la Estrella de Belén que, en la tradición cristiana, condujo a los Reyes Magos hasta el pesebre en el que nació Jesucristo con la Gran Conjunción interplanetaria. Sin embargo, la comunidad científica ha desacreditado esta idea, afirmando que en esta época no se produjo ninguna alienación semejante. Victoriano Canales, coordinador de las actividades de la Federación de Asociaciones Astronómicas de España y representante de esta organización en la NASA, reconoció a EFE que “no sabemos a ciencia cierta qué pudo ser la Estrella de Belén”.