Una amalgama de perfecta sincronía

Una amalgama de géneros en los que la música barroca y contemporánea, la danza y la poesía se mezclan conformando una perfecta sincronía. Es lo que nos propone la compañía catalana Mal Pelo con ‘Highlands’, la obra con la que cierra el ‘Bach Proyect’ una tetralogía dedicada a la música de Bach.

Durante la última década María Muñoz y Pep Ramis, al frente de su compañía Mal Pelo, se han centrado en el estudio de la música de Johann Sebastian Bach, analizando las estructuras, armonías y voces de la música del insigne compositor barroco alemán, hasta poder habitarla con sus cuerpos en movimiento. Dicho proceso ha dado como resultado las obras ‘Bach’, ‘On Golberg Varations/Varations’ e ‘Inventions’ y esta última, ‘Highlands’ que cierra la tetralogía subiendo a escena a dieciséis intérpretes: ocho espléndidos bailarines, cuatro magníficos músicos y otros cuatro deslumbrantes cantantes líricos.

El resultado es una obra coral sumamente elegante y sofisticada, una ambiciosa producción que reproduce un espacio escénico minimalista en blanco y negro, rodeado de grandes pantallas y cuatro grandes piedras colgadas del techo que, a manera de péndulo, delimitan un cuadrilátero por el que los intérpretes entran y salen sin dejar de estar en escena. Se trata, sin duda, de un juego interesante que, junto con la lentitud de las transiciones, que llegan incluso a parar el discurso en algunos momentos, se dirige a situar la danza en el mismo plano que la música, que en esta ocasión incorpora algunas piezas de otros músicos de diferentes épocas y estilos como Henry Purcell -también barroco- Benjamín Britten, Arvo Pärt -precursor de la música minimalista- y el compositor de música clásica contemporánea György Kurtág.

Fieles al estilo que han venido perfilando a lo largo de su carrera creativa, María Muñoz y Pep Ramis completan el relato con textos de John Berger, Erri de Luca y Nick Cave, hasta dotar a la propuesta de una impronta intelectual y filosófica que apuntan temas trascendentales como el desarraigo, la fugacidad de la vida o la cuestión de la identidad.

Así, la obra delimita un discurso espiritual profundo, entre trascendental y solemne que alcanza su cenit en los números corales de danza -de una distinción y sincronía sobrecogedora- y se rompe, con delicioso atrevimiento, en los solos y los números de pareja, donde los cuerpos se descomponen con un sinfín de movimientos espasmódicos. Lástima que, en su empeño por habitar la música y la palabra, la coreografía abuse de lo fragmentario y la reiteración lo que, junto con el tratamiento un tanto tenebrista de la iluminación, diluye la emoción en el último tramo.

Obra: Highlands
Lugar: Teatro Central, 22 de octubre.
Compañía: Mal Pelo
Dirección: María Muñoz y Pep Ramis.

Creación y danza: Pep Ramis, María Muñoz, Fderica Porello, Leo Castro, Zoltan Vakulya, Miquel Fiol, Enric Fàbregas, Ona Fusté.
Textos: John Berger, Erri de Luca y Nick Cave.
Dirección musical: Quiteria Muñoz y Joel Bardolet
Cuarteto de cuerdas: Joel Bardolet (violín), Jaume Guri (violín), Masha Titova (viola), Daniel Claret (cello)
Cuarteto de voces: Quiteria Muñoz (soprano), Sagastume (Contratenor), Mario Corberán (tenor) y Giorgio Celenza (bajo)

Música: Johann Sebastian Bach, Benjamin Britten, Arvo Pärt, Henry Purcell, György Kurtág, Georg Friedrich Haendel

Calificación: 4 estrellas