Un lenguaje teatral impregnado de poesía en el que el movimiento corporal se sitúa en el mismo plano que la palabra. Son las características que definen el estilo de la compañía sevillana, especializada en teatro infantil y familiar, Barataria. Esta nueva propuesta es un claro ejemplo.
La obra se estrenó el pasado viernes en el Teatro Alameda con dos funciones escolares y el pasado sábado tuvo una función para un público familiar abierto. No era fácil, teniendo en cuenta las bondades del clima y las múltiples ofertas culturales de la ciudad, llevar al público al teatro. Sin embargo, aun cuando el aforo no estaba lleno, la compañía congregó a un buen número de niños y niñas que, junto a sus padres o madres, a juzgar por el cálido aplauso final, disfrutaron de lo lindo del espectáculo.
El argumento gira en torno a tres curiosos personajes, una chica que le ha cogido el gusto a lanzar pelotillas a los viandantes desde su azotea, un chico empeñado en ponerse en contacto con los extraterrestres y una anciana que no para de regar y tender paños porque, tal y como expresa en varios momentos, las cosas cogen humedad y huelen mal si no se ponen a secar al sol. Entre los tres personajes, cada uno en su azotea se entabla una peculiar comunicación que poco a poco irá definiendo sus circunstancias vitales. El objetivo es contarles a los niños la importancia de la amistad, la comunicación y la solidaridad y el afecto entre las personas, además de retratar a la muerte como una parte natural de la vida. Para ello Juan Arjona recurre a un lenguaje teatral poético y algunas acciones surrealistas que, por desgracia, no acaban de entenderse del todo.
Llama la atención, teniendo en cuenta que se trata de una compañía pequeña, la excelencia de la producción, que no escatima en recursos en cuanto a los elementos formales, como la escenografía de Diego Aimar, funcional e imaginativa a un tiempo, la iluminación rica en matices de Manuel Colchero, el llamativo vestuario de Isabel Arias y la envolvente música original de Manuel Torres. Con esos mimbres la dirección de Juan Arjona recrea una puesta en escena de ritmo cadencioso, un tanto lento al principio, aunque va remontando hacia la mitad y sube en las últimas escenas, en las que los personajes se adentran en una aventura que, aunque se encuadran dentro de un marco de ficción, rozan peligrosamente el terreno de lo real.
Tanto Natalia Arjona como Inma Pinilla y Eva Gallego bordan sus papeles impregnando de ternura a sus personajes, tanto con la palabra como con el cuerpo, cuyo movimiento roza el lenguaje de la danza. No en vano ha contado con un excelente asesor en ese campo, el bailarín de danza contemporánea Manolo Cañadas. Su coreografía de los movimientos corporales y las acciones, junto al juego de sugerencias que entabla Juan Arjona con los diálogos, logran hipnotizar a los infantes, a juzgar por el riguroso silencio que reinó en la sala en todo momento.
Obra: El lenguaje de las azoteas
Lugar: Teatro Alameda 11 de marzo
Compañía: Barataria
Texto y dirección: Juan Arjona
Música original: Manuel Torres
Asesoramiento corporal y coreografía: Manuel Cañadas
Iluminación: Manuel Colchero
Vestuario: Isabel Arias
Escenografía: Diego Aimar
Intérpretes: Inma Pinilla, Natalia Arjona y Eva Gallego
Calificación: 3 estrellas