Una fantasía dancística repleta de virtuosismo

Al igual que el año pasado, el Teatro de la Maestranza ha elegido para comenzar la programación de este nuevo año un montaje de ballet a cargo de la Compañía Nacional de Danza (CND), dirigida por Joaquín De Luz quien, en esta ocasión, ha viajado hasta los orígenes del ballet romántico eligiendo ‘La Sylphide’, un ballet repleto de fantasía que tanto los bailarines como los músicos de la Orquesta Sinfónica de Sevilla preñan de virtuosismo.

‘La Sylphide’ es un ballet en dos actos de Filippo Taglioni, que se estrenó en en París en 1832, sobre la partitura de Jean Schneitzhoeffer y el libreto de Adolphe Nourrit. Pero en 1836 August Bournonville estrenó otro ballet que tenía la misma dramaturgia con música de Herman S. Løvenskiold y los diseños que Pierre Ciceri había creado para el estrenado en París. Y esta fue la versión que triunfó en el Madrid decimonónico. Tal vez por ello Joaquín De Luz ha optado por rescatarlo con este nuevo montaje, que podemos disfrutar hasta el sábado 13 en el Teatro de la Maestranza con la incomparable interpretación musical en directo de nuestra Orquesta Sinfónica, brillantemente dirigida por Daniel Capps.

De esa manera, se podría decir que este ballet nos ofrece disfrute por partida doble, ya que tanto la interpretación de los bailarines y bailarinas de la Compañía Nacional de Danza, como la de los músicos de la ROSS, desbordan un encomiable dominio técnico y expresivo, tanto en los momentos más potentes, como en las escenas más delicadas y fantasiosas, como las que retratan el enamoramiento y coqueteo de La Sylphide con James, o las del bosque cuando ambos se encuentran. En ese sentido cabe destacar la gracilidad y delicadeza de Yaman Kelemet en su papel de Sylphide, así como el despliegue de fuerza y dominio de Yanier Gómez en su papel de James, que al contrario que en otros ballets clásicos se trata de un personaje que, lejos de limitarse a ejercer de porteador o acompañante, protagoniza muchos de los solos y números corales, afrontando algunos saltos y piruetas que desafían las leyes de la gravedad.

Cabe destacar también la limpieza técnica y expresividad del resto del elenco, así como la belleza del vestuario y la puesta en escena, que cuida con esmero los detalles, tanto en el primer acto como en el segundo, donde el bosque recrea la atmósfera romántica de la dramaturgia, que aunque es un cuento de hadas tiene el final trágico propio de la literatura romántica,. Algo que en ese te montaje se queda en un segundo plano, tal vez por aquello de que para tragedia ya tenemos bastante con los acontecimientos internacionales que nos rodean.

Obra: La Sylphide

Lugar: Teatro de la Maestranza 11 de enero

Compañía: Compañía Nacional de Danza

Dirección: Joaquín De Luz

Coreografía: August Bournonville

Música: Herman Severin Løvenskiold

Libreto original: Adolphe Nourrit (transcrito por August Bournonville en 1836)

Puesta en escena: Petrusjka Broholm

Dirección musical: Daniel Capps

Interpretación musical en directo: Real Orquesta Sinfónica de Sevilla

Itérpretes principales: La Sílfide: Yaman Kelemet; James: Yanier Gómez Noda; Effie: Daniella Oropesa; Madge: Irene Ureña; Gurn: Jorge Palacios; Anna: Eva Pérez; Jack A: Erez Ilan; Jack B: Juan José Carazo; Nancy: Shani Peretz.

Calificación: ****