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Teatro

Y Magallanes se hizo carne en el Refectorio

El espacio Santa Clara acoge hasta el 31 de julio un original espectáculo multimedia con el que Jose María Roca profundiza en la hazaña y la figura de Fernando de Magallanes

21 jun 2021 / 20:41 h - Actualizado: 21 jun 2021 / 20:55 h.
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  • Y Magallanes se hizo carne en el Refectorio

A pesar de la importancia histórica de la primera vuelta al mundo de Fernando de Magallanes – de la que ahora festejamos su V centenario- tal vez porque falleció antes de ver completada su hazaña, o tal vez por la mala fama que le dieron las duras decisiones que se vio obligado a tomar durante su travesía, lo cierto es que la figura de este navegante ha pasado un tanto desapercibida para los libros de historia. Este espectáculo, escrito y dirigido por el sevillano Jose María Roca, nos cuenta su aventura en primera persona.

Para ello la dramaturgia decide rescatarlo del “más allá” y situarlo en una suerte de limbo desde el que puede vislumbrar el final de su hazaña y, lo que es mejor, contarla con todo lujo de detalles, tanto históricos como psicológicos. Aunque estos últimos, dados los pocos datos que se conservan al respecto, no dejan de ser fruto de la imaginación del autor, José María Roca, pero eso sí, responden a un trabajo previo de estudio de los textos que se conservan del cronista de la aventura, el italiano Antonio Pigaffeta, y algunas novelas que tratan el tema, entre las que destaca Magallanes. El hombre y su gesta, de Stefan Zweig.

Al igual que Zweig, Roca define al personaje como a un ser un tanto taimado, aunque emprendedor, detallista, controlador y firmemente convencido del triunfo de la circunnavegación. Claro que su imagen no se corresponde exactamente con la real. Se sabe que Magallanes tenía una discapacidad en una pierna, pero aquí Roca lo perfila como a un tetrapléjico que se pasea por el recinto sentado en una curiosa silla de ruedas, un artilugio que el director ha ideado para permitir al actor romper la cuarta pared y moverse por el refectorio, dirigiéndose directamente al público, como si de un trovador medieval se tratara.

La silla tiene incorporada una cámara que proyecta la imagen del actor en una pantalla colocada al fondo del recinto, lo que posibilita que el personaje se aleje y se acerque continuamente a los espectadores, e incluso les de la espalda, sin que éstos pierdan en ningún momento el contacto visual.

Fiel al lenguaje multimedia que José María Roca ha ido perfilando a lo largo de su trayectoria profesional, además de la palabra, el relato cuenta con una ambientación multimedia, unas imágenes de videomapping que se proyectan en las paredes y el techo del Refectorio envolviéndonos en una atmósfera marina, placentera en algunos momentos y angustiosa en otros, tal y como se desprende de la crónica del viaje que nos narra el protagonista. Se trata, sin duda, de un efecto que dota de espectacularidad a la obra, aunque se echa de menos una mayor implicación de las imágenes con el relato que traspase los límites de la ambientación, que completa con acierto el espacio sonoro Sergio Collantes de Terán.

Cabe destacar la magnífica actuación de Santi Rivera, un joven actor que logra emocionarnos en muchos pasajes y se mete en la piel de su personaje hasta llegar incluso a parecernos mucho mayor de lo que es. Y eso que el espacio nos permite una total cercanía.

La ficha

Lugar: Refectorio del Espacio Santa Clara,19 de junio
Obra: Primus Circumdedisti Me
Producción: Imperdible. Artes Escénicas
Texto y Dirección: José María Roca
Diseño Iluminación y espacio sonoro: Sergio Collantes de Terán
Diseño de Espacio Escénico y audiovisual: José María Roca
Interpretación: Santi Rivera
Calificación: Cuatro estrellas