Yerbabuena al Parlamento: «El flamenco es inmaterial, sus artistas no lo somos»

03 mar 2021 / 14:26 h - Actualizado: 03 mar 2021 / 14:28 h.
  • Yerbabuena al Parlamento: «El flamenco es inmaterial, sus artistas no lo somos»

"El flamenco es inmaterial, pero sus artistas no lo somos", ha sido el "quejío" lanzado en el Parlamento andaluz por la bailaora y coreógrafa Eva María Garrido García, Eva Yerbabuena, quien en nombre de los artistas flamencos ha relatado la penosa situación que atraviesan desde el inicio de la pandemia.

"Detrás de cada persona que se sube al escenario se esconde una vida común, un ciudadano con obligaciones fiscales, con deudas, un ciudadano al que se le ha privado de un derecho esencial, el derecho al trabajo", ha clamado durante su intervención ante la Comisión de Cultura para informar sobre la situación del flamenco en Andalucía.

En su calidad de presidenta de la Asociación de Artistas Profesionales del Flamenco, Unión Flamenca, que se constituyó el 16 de abril de 2020, un mes después de decretarse el estado de alarma, Eva Yerbabuena ha puesto "voz y rostro" a esta entidad.

Lo ha hecho pese a ser "poco amiga" de los discursos: "Zapatero, a tus zapatos" ha sido la máxima que han seguido durante décadas los artistas "hasta que llegó la pandemia para enseñarnos a base de bofetadas de realidad que la lucha por los derechos laborales también formaba parte de nuestros zapatos".

El punto de inflexión llegó el 7 de abril, cuando el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, justificó la falta de ayudas con una frase de Orson Welles: "Primero va la vida, luego el cine".

"Esta sentencia fue la que despertó las conciencias del sector de la cultura, adormecido en los laureles de la estética escénica", ha señalado Eva para explicar que fue entonces cuando se dieron cuenta de que carecían de un ente colectivo que representara y "legitimara" sus intereses.

"Dijo Albert Einstein que la creatividad nace de la angustia. Es cierto porque ante la crisis sólo hay dos opciones: rendirse o buscar soluciones y, por supuesto, no íbamos a rendirnos", ha subrayado.

Y ha citado también al cantaor Antonio Mairena, quien a sus 73 años, cuarenta de ellos como artista, se quejaba de que no tenía Seguridad Social ni Monte Pío, no había cotizado porque no se les contrataba si pedían la parte correspondiente a la empresa.

"Toda la vida trabajando para no tener derecho a nada, a la gloria sí", ha apostillado la bailaora para insistir en la idea de que sólo mediante la unión de los artistas flamencos será posible "dignificar" la profesión.

Las consecuencias del estado de alarma por la pandemia son de sobra conocidas: giras canceladas, fechas pospuestas indefinidamente, imposibilidad de acceder a las ayudas pese a que "los impuestos y las facturas no perdonan".

La Unión Flamenca, de cuya directiva forman parte Marina Heredia, Arcángel; David Dorantes; Andrés Marín; Rocío Márquez y Rocío Molina, no ha parado de crecer con la incorporación de más artistas, que aunque no son juristas ni políticos tienen claro que "o uníamos nuestras voces y luchábamos o nadie lo haría por nosotros".

Y, ello, pese a que el Estatuto de Autonomía de Andalucía no deja lugar a dudas: "Corresponde a la comunidad autónoma la competencia exclusiva en materia de conocimiento, conservación, investigación, formación, promoción y difusión del flamenco como elemento singular del patrimonio cultural andaluz".

Luego han venido los reproches o, más bien, el quejío por la pena que les aflige: un 26,6 % de los flamencos han sufrido más de 50 cancelaciones o aplazamientos de sus espectáculos y de marzo a noviembre se dejaron de ingresar 1,4 millones de euros.

Lo recoge una encuesta: un 82 % de ellos se dedican al flamenco de manera exclusiva, es su única fuente de ingresos, y el 62,7 % no recibe ningún tipo de subsidio o ayuda.

Ha propuesto tres medidas: ayudas directas a los artistas del flamenco en Andalucía, un plan de rescate que incluya una programación "masiva" del flamenco en distintos espacios escénicos y la creación de una Mesa Permanente del Flamenco.