Fabrienvaf Nuca va a empezar 2023 con una importante apuesta por la sostenibilidad: el cambio del envase de su producto estrella, El Milagrito. Las botellas de envase de un litro y 750 mililitros de producto pasarán a estar hechas de PET, Polietileno de tereftalato, a partir del primer trimestre del año. Un nuevo material que le va a suponer a la empresa un cambio en la identidad corporativa al ser rosa, pero de un pantone diferente motivado por el tipo de material. Pero la evolución al PET va a estar llena de ventajas: es un tipo de plástico reciclable 100 %, pesa entre un 20% y un 25% menos y se fabrica en un tercio del tiempo de los actuales envases. Mientras ahora pueden producir 10.000 unidades al día, cuando se utilice el PET la capacidad diaria por botella se elevará a entre 20.000 y 30.000 unidades.
El cambio llevará aparejado menos gastos en combustible para el transporte, además de una menor necesidad de energía para su fabricación. En la actualidad se ha elegido ya el diseño definitivo, se ha fabricado el molde y se trabaja en el proceso de llevar ese prototipo a la fabricación industrial, algo que será una realidad en los próximos meses.
Esta decisión de cambio de material, que ya es una realidad, tendrá importantes consecuencias medioambientales de ahorro de energía y de menor impacto ambiental por parte de la empresa, algo que se traducirá en una menor huella de carbono de Fabrienvaf Nuca.
El cambio no se puede aplicar a los grandes envases de Fabrienvaf Nuca porque no lo permite el PET; ni tampoco al formato del oxígeno activo, envases que ya están trabajando su desarrollo en la empresa. Pero el resultado ya logrado será importante porque afectará a al menos cuatro millones de botellas de El Milagrito al año, una cifra que se incrementará durante 2023 para ajustarse al plan de expansión de la firma.