Adán y diez más (2-2)

LA CRÓNICA. Sólo la portentosa actuación del meta evita la derrota de un Betis timorato y frágil en Riazor ante un Deportivo que tuvo ocasiones de todos los colores. Los verdiblancos llegaron a ir ganando con goles de Musonda y Vargas

13 feb 2016 / 23:59 h - Actualizado: 14 feb 2016 / 01:16 h.
"Real Betis"
  • Adán y Lucas Pérez. Fue el gran duelo de la noche / Marcos Míguez (La Voz de Galicia)
    Adán y Lucas Pérez. Fue el gran duelo de la noche / Marcos Míguez (La Voz de Galicia)

El Betis empató en Riazor y enlaza dos jornadas sin perder, pero el desenlace más lógico y comprensible, para ser sinceros, debió ser su derrota. Si no ocurrió eso fue porque Musonda y Vargas remontaron el tanto inicial de Bergantiños, en primer lugar, y sobre todo porque en su portería habita un guardameta como una casa. Adán, igual que ante el Real Madrid, fue de nuevo una bendición para el Betis. Y una maldición para el Dépor, que hizo lo posible y lo imposible por marcar ese tercer tanto de la victoria. No fue capaz. El cancerbero fue un gigante que todo lo tapó y todo lo paró tras el 2-2 de Fayçal y no resulta descabellado afirmar que el Betis, timorato y endeble, puntuó en La Coruña gracias a él.

La primera parte fue muy abierta, demasiado, como si no hubiese vida más allá del minuto 45. Que hubiese dos goles en los primeros veinte minutos fue la primera consecuencia de ese vaivén. Que el Dépor acumulase cinco ocasiones desde el empate de Musonda al intermedio, la segunda. Y que el Betis se marchase al asueto con ventaja en el marcador, no tanto. Como mucho fue una señal de máxima eficacia por su parte, porque envió dos remates a portería en toda la noche y marcó dos tantos.

Empezó el Betis en plan dominador ante un anfitrión que se dejó querer, pero después de un cuarto de hora de siesta nocturna cogió ventaja el Deportivo: Van Wolfswinkel evitó que Cani rematase a placer tras un córner, pero en el siguiente saque de esquina, Bergantiños cabeceó a gol ante la desidia de N’Diaye. El balón parado fue un martirio para los de Juan Merino durante todo el encuentro. La batalla empezaba a tener mala pinta para el Betis, pero su reacción fue casi inmediata. N’Diaye, Kadir y Vargas trenzaron una buena combinación que el peruano adornó con un excelente servicio que Musonda, también con la testa, envió a la red. Vuelta a empezar.

La igualada no hizo que el Betis sujetase el partido. De hecho, el duelo fue un correcalles por la ausencia total de centro del campo. La diferencia es que el peligro perteneció en exclusiva al Dépor, pero Adán emitió entonces el primer capítulo de su recital con dos apariciones salvadoras ante Luis Alberto y Lucas Pérez en pocos segundos. Luego, Cani remató a bocajarro pero alto y Lucas Pérez se internó hasta el área chica pero chutó mal. Los de verde no existían ni en la medular ni casi en defensa, pero como ahora el viento les sopla un poco a favor, el gol fue suyo. Rubén Castro provocó una falta prometedora, Vargas la transformó en el 1-2 y el Betis ya no volvió a chutar a portería.

La segunda parte empezó de la peor manera posible para el Betis. El Dépor empató muy pronto, a los cinco minutos. Puede que no hubiese fuera de juego de Lucas Pérez, pero si su remate después de estar muy por detrás del último defensa fue una jugada distinta a la que le hizo caer en fuera de juego, que venga el que hizo el reglamento y lo vea. En todo caso, los verdiblancos merecieron ese castigo porque regresaron al césped como si el encuentro no fuese con ellos o como si se les hubiese aparecido una bruja, tal fue el miedo con que aparecieron.

La consecuencia fue que el partido fue un carrusel de ocasiones para el Dépor de ahí al final. Menos mal para el Betis que en su portería reside un portero con mayúsculas, un portero que da puntos, un portero tan rentable como Rubén Castro, que ya es decir. Y un portero digno de la selección española, por qué no. Excepto un despeje salvador de Vargas casi sobre la línea, sólo él sostuvo al conjunto de Merino frente a la avalancha deportivista, liderada por un pedazo de delantero llamado Lucas Pérez. De todas las intervenciones del cancerbero, las más meritorias fueron en un centro chut de Fayçal, un mano a mano con el citado Lucas Pérez y, sobre todo, un cabezazo de cerca de Oriol Riera cuando el choque entraba en el tiempo extra. El Betis apenas rondó a Lux en un remate desviado de Kadir y un gran pase de Dani Ceballos que Petros estropeó con su lentitud, así que debe sentirse muy agradecido por empatar... y por tener a Adán.

RC DEPORTIVO: Lux; Juanfran, Arribas, Sidnei, Fernando Navarro (Luisinho, m. 63); Bergantiños, Mosquera; Cani (Fede Cartabia, m. 55), Luis Alberto (Riera, m. 79), Fayçal; y Lucas Pérez.

REAL BETIS: Adán; Montoya, Bruno, Westermann, Vargas; Kadir (Cejudo, m. 68), Petros, N’Diaye, Musonda; Van Wolfswinkel (Dani Ceballos, m. 62) y Rubén Castro (Jorge Molina, m. 90).

Goles: 1-0, m. 15: Bergantiños. 1-1, m. 19: Musonda. 1-2, m. 37: Vargas. 2-2, m. 50: Fayçal.

Árbitro: Undiano Mallenco (Comité Navarro). Amonestó a Bergantiños (51’).

Incidencias: partido de la 24ª jornada de Liga, jugado en Riazor ante 17.184 espectadores.