La Liga se adentra este fin de semana en su última decena de jornadas y el Betis, que alcanza la recta final bien posicionado para discutir la séptima plaza y, por qué no, la sexta e incluso la quinta, se enfrenta a un mes crucial. Sus cuatro próximos compromisos serán otros tantos duelos directos contra adversarios con los que comparte pelotón en una reñida etapa hacia una meta llamada Europa. El primero es el Espanyol, decimotercero con cinco puntos menos que los verdiblancos. Es el peor clasificado de los cuatro pero también el que en mejor momento está, con permiso del Girona. Después, al equipo de Quique Setién le tocará visitar al Getafe, recibir al Eibar y acudir precisamente al feudo de la escuadra catalana. Es una especie de microliga de cuyo desenlace dependerán gran parte de las posibilidades continentales del Betis, máxime si se analiza su durísimo tramo final de campeonato (el derbi, visitas al Atlético y el Athletic...). Y ese pequeño campeonato, esa especie de cuadrangular, empieza esta noche.
El Espanyol no pierde desde el 28 de enero (3-2 en Leganés). En este mes y medio ha enlazado siete jornadas sin perder (dos victorias y cinco empates) y esa racha le ha hecho cambiar su perspectiva de la campaña. Antes se daba con un canto en los dientes con la permanencia y ahora ha comprobado que la lucha europea no tiene por qué serle ajena. Lo importante para el Betis es que su contrincante se plantará en Heliópolis, donde rara vez pierde en los últimos años, en su mejor momento del curso al calor de un férreo sistema defensivo (tres goles encajados en cinco jornadas) y la eficacia de ese estilete que es Gerard Moreno (con 12 goles en la Liga, entre los españoles sólo le gana Aspas). Quique Sánchez Flores recupera a Sergio García, Dídac, Darder y Sergio Sánchez y pierde a Jurado y otro exbético, Javi López.
El Betis tiene esas dos virtudes en común con el equipo periquito: un orden defensivo descubierto tras muchas penurias en ese sentido y un ‘nueve’ en eclosión: Loren. Bueno, en común tiene más cosas porque en las filas enemigas hay varios exverdiblancos (Sergio García, Baptistao, Dídac, hasta David López...) y otro que puede serlo de aquí a unos meses (Pau López). Por lo demás, el Betis disfruta de un repertorio ofensivo mucho más amplio (ha marcado 20 goles más) y además recupera a Guardado, aunque también pierde a Joaquín por segunda jornada consecutiva y tiene la duda de Camarasa. Y en defensa quizá esté ahora mejor que antes, pero no ha sido tan regular como el Espanyol, que ha encajado 19 tantos menos.
Hablar sobre la alineación del Betis se parecería bastante a disertar sobre el sexo de los ángeles: mucha conjetura y pocas certezas. Aun con una plantilla corta y mermada por las lesiones, Setién está en disposición de repetir el once de Vitoria, pero poder también podría volver a la defensa de tres centrales, devolver la titularidad a Sergio León o Tello, recurrir a Guardado, jugar con un solo delantero... Hay muchas combinaciones en busca de un resultado que le permita inaugurar esta miniliga con un buen primer paso. Y ojo al dato, que diría el clásico: en la primera vuelta, el Betis saldó estos cuatro enfrentamientos con un raquítico dos de doce (empató con el Getafe y el Girona y perdió contra el Espanyol y el Eibar). Si quiere acabar en Europa dentro de dos meses y medio, está claro que debe mejorar exponencialmente ese balance.