El Betis, que lleva cuatro años sin sentirse EuroBetis, tiene cuatro oportunidades para darse esa alegría y dársela a quienes más se la merecen, sus aficionados. Han sido muchas tribulaciones, con un descenso vergonzante y su inmediato ascenso incluidos, con una campaña para el olvido y otras dos sin grandes objetivos más allá de la simple permanencia, y el beticismo se apresta a disfrutar de una experiencia que no tenía desde que sus colores eran defendidos por Adrián, Amaya, Dorado, Beñat, Cañas, Pozuelo, Jorge Molina o Pabón. También por Rubén Castro y Campbell, titularísimos entonces y secundarios ahora. Pero el verbo ‘aprestar’ significa que aún no la disfruta. Para eso, por cortesía del Getafe y el Girona y su empate dominical (1-1), necesita tres puntos en cuatro jornadas. El objetivo de Quique Setién y compañía es coleccionarlos hoy mismo en casa, delante de su gente, ante el colista de Primera. El Málaga, descendido desde la semana pasada, puede ser el último obstáculo, la última cuesta antes de que el Betis cruce esa meta llamada Europa.
En teoría, el pronóstico es muy favorable al Betis. Son siete jornadas sin perder, 19 puntos de 21, seis partidos consecutivos sin encajar un gol y un fútbol en constante evolución y crecimiento desde hace casi dos meses. Quique Setién dirá que su criatura ha evolucionado y crecido desde el primer entrenamiento de la pretemporada. No se trata de quitarle la razón, pero el salto de calidad y cantidad (léase puntos) ha sido tan brutal desde la victoria sobre el Alavés que no hay más remedio que consignarlo así. Y en el lado opuesto, tanto en el césped como en los datos, el Málaga: último, 20 puntos en 34 jornadas, 22 goles a favor (el peor registro de la Liga), dos triunfos en toda la segunda vuelta, sólo uno fuera de casa en todo el año (el 10 de diciembre en Anoeta, 0-2)... Pero viene de vencer precisamente a la Real Sociedad y se ha quitado muchos fantasmas anímicos ahora que su suerte está echada, así que Setién, en consonancia con la estrategia que lo guio antes del partido contra la UD Las Palmas, ha apelado al mismo mensaje: autoconfianza, toda la del mundo; confianzas, ninguna.
En este tiempo de felicidad, el Betis ha ido superando todo tipo de contratiempos, la mayoría en forma de lesiones. El último inconveniente, doble, es la baja de Dani Giménez y la ausencia del hombre que cambió la cara defensiva del colectivo, Marc Bartra. Pedro será el portero titular del Betis por primera vez en su vida y Javi García o Junior sustituirán al central si no hay grandes sorpresas o el técnico no elige una defensa de cuatro. Los verdiblancos también recuperan a Sergio León y mantienen algunas dudas sobre el estado físico de Guardado. El Málaga, que al menos aspira a no terminar la campaña como colista, pierde a los lesionados Chory Castro y Miguel Torres y al sancionado Iturra, pero se reencuentra con Juanpi tras varios meses en la enfermería.