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Boudebouz, durante una sesión de entrenamiento. /RBB
En verano llegó como una de las apuestas más importantes de Serra Ferrer para la presente temporada, con la misión de ser uno de los jugadores diferenciales y necesarios para el estilo de juego que iba a implantar Setién en el nuevo Betis que conocemos en la actualidad. No obstante, la llegada del argelino se antojaba también un tanto arriesgada en cuanto a su forma física, debido a que llegó a Sevilla lesionado con un esguince de rodilla, lo que provocó que tardara en entrar en la dinámica del equipo y, además, sufriera varias recaídas que le han hecho demorar en coger el nivel óptimo que se esperaba de él. Ya recuperado de todas sus dolencias, el africano está haciendo baratos los siete millones, más uno en bonus, que pagaron los verdiblancos al Montpellier en el mercado estival por el 80% de su pase. Ryad Boudebouz ha vuelto a exponer su talento y clase que le valieron para ser marcado como uno de los jugadores con mayor proyección de la Ligue 1 francesa, una de las ligas que más y mejor exporta a los principales campeonatos del fútbol europeo.
El nuevo rol de mediapunta que tiene en el esquema de Quique Setién le ha permitido explotar de manera definitiva todos sus atributos, y es que, el nuevo sistema de tres centrales y dos laterales de largo recorrido (Júnior y Francis) ha posibilitado la inclusión de los extremos por dentro, ideal para la asociación con Boudebouz entre líneas, el cual se ve beneficiado por esta misiva del técnico cántabro, sabedor de que Ryad despliega sus mejores cualidades cuando tiene varios compañeros a su alrededor y, además, le hace tener que estar menos implicado en tareas defensivas, oxigenándose y teniendo frescura para la creación de ataque en los metros finales, lugar donde marca las diferencias. El antiguo planteamiento táctico no le permitía ser tan asociativo como en estos últimos partidos, y sus buenas apariciones se medían con cuentagotas, además de no encontrar su sitio certero en el campo, pues Setién lo colocaba en la banda derecha, a pierna cambiada, o hasta de interior encargado de iniciar la jugada de ataque desde muy abajo, algo que limitaba mucho al argelino para llegar con clarividencia a los metros finales de la portería rival. Su nueva posición le ha convertido en una de las bazas más notorias de la reciente disposición táctica del Betis, aunque no huye de su multifuncionalidad dentro del campo, como ya reconoció en el día de su presentación: «Desde joven he jugado en varias posiciones, lo que me ha ayudado a ser mejor jugador. Si el entrenador quiere que juegue en banda lo haré encantado para ayudar al equipo. Creo que soy un futbolista completo».
Sin embargo, en las últimas jornadas se ha experimentado que se le puede sacar más provecho a Boudebouz en la zona de enganche que en cualquier otra posición. Buena cuenta de ello lo revela el nivel de participación que ha ofrecido durante su nuevo estatus zonal, acompañado de la desaparición de cualquier tipo de dolencia, que han posibilitado que el entrenador verdiblanco haya contado con el argelino de titular en seis de los últimos siete partidos ligueros (solo se quedó sin disputar minutos en la derrota, 2-0, frente al Valencia). Salió de inicio frente al Deportivo, Real Madrid, Levante, Real Sociedad, Alavés y Espanyol; con un saldo de cuatro victorias, un empate y una derrota, en donde ha contribuido con un gol y dos asistencias a la buena racha del equipo. Para hacer más buenos si caben estos baremos, hay que tener en cuenta su nivel de influencia y protagonismo durante los primeros meses de competición, pues en los 14 partidos anteriores que ha disputado, únicamente fue titular en cuatro de ellos. Esta reconversión de notoriedad ha provocado que el ex del Montpellier se sitúe como el tercer jugador de LaLiga con mayor porcentaje la hora de generar ocasiones para su equipo (sin contar a balón parado), con un 25,8%. Es decir, de cada cuatro ocasiones que el Betis produce, una lleva la firma del argelino, que supera incluso a Messi. Solo le ganan en porcentaje el jugador del Espanyol y ex bético, Sergio García, y el argentino del Leganés, Szymanowski.